miércoles, 19 de octubre de 2011

Las afueras

No importa dónde hayamos nacido ni dónde vivamos, porque cada uno de nosotros somos los suburbios, los tenemos dentro como construcciones repetidas hasta el infinito, todas nuestras calles se parecen y por las noches dan miedo si no están iluminadas, cruzamos de acera para evitar lo que tememos y apenas llegan líneas de autobuses. Pese a todo, siempre queda algún descampado donde, de verano en verano, alguien prende fuego y entonces vienen los bomberos y salimos en las noticias, es entonces cuando parece que existimos realmente, justo cuando alguien se acuerda de nosotros.

No hay comentarios: