sábado, 28 de junio de 2008

Berlín Oeste

Para este sudor que siento como mío.

-Eh, ¿te imaginas que escribo algo como:"robaría una estrella para colgarla de la noche azabache de tu pelo"? Sería horrible, desde luego; además, sabemos que esa época ya pasó, ni escucho a OMD ni me meto cassettes en el walkman, cómo echo de menos todo lo que ya no tengo. No sé, es esa idiota sensación de haber perdido el tiempo durante varios años lo que me ha traido esta mañana hasta este barrio. Vaya, no pisaba por aquí desde...no sé, ¿cuando fue la última vez? Lo mismo cuando todo aquello del muro. Otro ladrillo en el muro. Pero es que los americanos ya no nos tiran chocolatinas en paracídas, como cuando teníamos 7 años. Buah, aquello sí que son recuerdos. Lo pasábamos mal y bien al mismo tiempo, y me prometí que hiciera lo que hiciera, saldría del barrio, pero seguiría escuchando la misma emisora. Ahora quieren cerrar el aeropuerto, dicen que hay demasiado ruido para ser el centro. Al menos, espero que lo dejen como museo, o algo. Son tiempos que no conviene olvidar. A los de fuera, porque tú y yo los tenemos bastante claros; fueron cuarenta años de mierda, la isla en medio de la nada, y alrededor flotando los gulags. No he tenido cojones de volver al checkpoint Charlie, por si aún siguen los sacos de arena, joder, cada vez que le compro a la niña una barrita de caramelo de esas bicolores, me viene a la mente. Tuvo su punto, pero uno acaba aburrido. Creo que es por eso que cuando murió mi padre tiré a la basura todas sus novelas de John LeCarré; ¿sabes? uno lee novelas cuando hablan de cosas lejanas, imposibles o irrealizables, pero cuando en las novelas está pintada tu cara con otras letras y otros colores, pero sigue siendo tu cara, es más jodido aguantarlo, y es imposible de sacarle el gusto. Por eso me decía mi tía, que siempre confiaba en mí, que acabaré siendo un escritor decente, porque tengo cosas que contarle a la gente que no las vivió. Pero es que es verdad, ya nadie se traga cosas como que "holding hands within three seconds was the nearest place we've been from love".

Puf.Puf.Puf.

Yo no sé bien por qué, pero como bien se dice en el toreo, no hay quinto malo. Al igual, no hay resaca buena; pero sin embargo, hay algunas malas y otras pésimas. La de hoy es de las segundas. De esas en las que te empiezas a preguntar por el sentido de la vida, el sexo de los ángeles, las injusticias de la rueda de la fortuna, lo mal que está el país y la política, la caída de Rossi en la tercera curva, y un largo etcétera. Estás ahí, sentado, viendo correr la aguja del segundero de la forma más cruel posible, y le preguntas con ironía a alguien que haya ahí arriba que cuándo va a terminar este sufrimiento. Puf, puf, puf.
Los días de resaca son una conjunción infernal de los elementos, siempre me he preguntado si Felipe II no cogería un pedo de espanto cuando se enteró de naufragio de la audaz empresa. Seguro que al día siguiente se levantó con su traje negro y su cuello de puntilla cagándose en el brandy Carlos V, y en su puta madre que, cosas del destino, eran pareja. Pero, como decía, son una conjunción bárbara de elementos. ¿Por qué hay miles mañanas insulsas en invierno, en las que nadie hace un ruido, ni pasa nada? ¿Por qué cuando decides mamarte cual perro, a la mañana siguiente hay (por este orden):las de la limpieza dando voces, el vecino de abajo con la misma canción quince veces consecutivas a todo volumen, gritos de asesinato en el pasillo, y una llamada de diez minutos a las 11 y media? Argh, me levanto con la cabeza girando sobre su propio eje, y ya no hay desayuno. Mierda. Murphy diría que al menos no se me va a caer la tostada. Me da igual, yo sólo quiero que se me quite la torrija que llevo encima.
Cabrones, seguro que la culpa es de la huelga de transportes."
I Want To Break Free - Queen

viernes, 27 de junio de 2008

Así, quizá

Para una tarde de viernes despreocupada. Una coplilla de mis tiempos mozos...ayy, que tiempos.

"No dejaré que te vayas sabiendo que me has ganado con un ejército de dos soldados, en una batalla en la que yo y mis circunstancias éramos minoría absoluta, no dejaré que te vayas, quizá esa sea la clave de que no lo sepas.
Pero llegará el día en que quien se vaya seré yo, y así son las cosas, y así no te las voy a contar nunca, porque sé que no escuchas cuando canto, y me estoy dejando la voz sin tener que gastarme ni un duro en cigarrillos, y encontrandome piedras en las aceras, y papel de liar en las habitaciones que se vacían.
Estarás ahí, con la misma cara de los últimos 10 años, y yo estaré aquí, hundiendo mi Armada Invencible en la Imprenta, en las aguas de Valencia, pero no en sus costas. Con humo en el aire, y preguntandome si acabar es digno comienzo para un final abierto.
Me dará el sol en la frente, cuando mire al naciente para ver si vienes, pero será tan tarde que quizá ya ni necesite camuflarme tras las gafas que me cobijan cuando me vuelvo tímido y no me sale ni el cantar yendo de borrachera, como todas las veces que he destrozado el Bolero de Algodre en memoria de mi patria, y digo que por el río Malo bajaba una canoa.
Perderé las mismas veces que no intente ganar. Por eso, y porque temo ser cobarde, me arranco por soleares, y te digo que cuando vuelvas le habré puesto jardines a la luna, para que alguna noche de verano se siente en los bancos enfrente de mi casa. Así, quizá habre conseguido lo que nunca me propongo, que es dejar de lado mi lado oscuro, y abrir los brazos a otra vida. Que no es nada especial, es sólo sentir que respiro."

jueves, 26 de junio de 2008

Camino Soria, vía Videmala


Para una pequeña ciudad, y un pequeño pueblo.

"Después de despedir a un par de sorianos de mi resi que se iban, estaba oyendo ayer por la mañana Gabinete Caligari [todo el mundo sabe que es difícil encontrar en la vida un lugar, donde el tiempo pasa cadencioso sin pesar, y el dolor es fugaz] y me di cuenta de que en el blog aún no he hablado de Videmala.

Videmala en otro tiempo fue un pueblo, y por extensión lo sigue siendo, aunque por población va camino de ser una aldea, o un anexo al desierto del Sáhara aunque con algo más de vegetación perenne. Videmala es un rincón apartado de la provincia, como otros tantos.
En el hipotético rectángulo que forma el territorio, tres de los lados están cortados por agua, y la única salida natural es hacia Aliste, pero Videmala es Tierra de Alba. Al norte, el río Aliste; al este el río Esla [embalsados ambos], al sur el río Malo. Todas las tierras del pueblo son un altiplano surcado de arrugas de pequeños valles, y caen en vacío al llegar a los ríos.
El pueblo no presenta mayores alicientes que una iglesia remodelada hasta la saciedad, una pequeña plaza a la antigua usanza, con su farola en medio, y sus bancos de mármol a la sombra de tres árboles. Una panadería, un bar. Casas vacías, que van comiendole el terreno a la vida.
Los viejos agonizan en las tardes de invierno metidos en las casas de piedra y adobe al calor del brasero, y en las tardes de verano hacen lo propio a la puerta de las casas, al calor del sol de agosto que decae a las seis de la tarde. Los jóvenes se escaparon de Videmala no cuando pudieron, sino más bien cuando se vieron obligados a ello. Y los que ya no somos tan niños, pero descendemos de aquellos que se fueron, soñamos con volver.
Esa es la paradoja. Los que se fueron, nunca quieren volver. Mi abuela lo ha repetido hasta la saciedad. Entre mi abuelo y ella encargaron la casa en la que nosotros veraneamos siempre, plantaron los árboles de la finca, pero nunca les gustó volver. Dice mi abuela que porque si tuvieron que marcharse porque las cosas iban mal, no le gusta revolver los malos recuerdos. A mí, idiota inexperto, me pasa lo contrario. Que sólo voy porque las cosas van bien, a vivir mi vida y mis veranos. Creo que por eso me gusta. Por eso, y porque allí consigo, sin nada ni nadie, ser feliz.
En Videmala conocí a mi mejor amigo, en Videmala di mi primer beso, en Videmala he triunfado y fracasado, he reído y he llorado; en Videmala siempre me pillan desprevenido los nacimientos y las muertes. En Videmala están mis amigos, los de siempre. Los que fallan muchas veces, y aciertan mil más. En Videmala está mi libertad, mi bicicleta negra que lleva varios miles de kilómetros sin haberse alejado más de treinta del pueblo. Hay caminos que no conozco, hay fuentes de las que no he bebido, hay barrancos por los que temo caer. En Videmala he jugado tantas veces a contar todas las estrellas tirado boca arriba, que ya me falta poco para llegar al final.
Videmala, visto con los ojos de cualquier foráneo, no deja de ser un pueblucho más, en declive, de la mal llamada España profunda. Videmala, desde mi ojos [la belleza está en los ojos del espectador] es el paraíso. Para mí, un verano sin pasar por allí, sin ver a la gente, sin tirarme en la noche a ver estrellas, sin jugar una pachanga de dos horas, sin pasar varias horas en el agua helada de la piscina, es el peor castigo que puede ocurrirme.
No os estoy invitando a venir; simplemente, teneis mi puerta abierta.

miércoles, 25 de junio de 2008

20th Century Boys



Para los que aún no os hayais atrevido con el cómic adulto japonés (Shônen) por la razón que sea: desconocimiento, temor al "frikismo" o lo que sea. Leedlo.
22 tomos. Un thriller como la copa de un pino. Una obra redonda, de arriba abajo. Naoki Urasawa, creador de Monster (otra obra impresionante) se supera a sí mismo. Una auténtica novela negra en imágenes, una obra coral increíble, una juego de flashbacks alucinante, que te deja sin aliento después de acabar cada tomo, y esperando impaciente al siguiente.
La historia, como se supone de una gran historia, es imposible de resumir. Vale, no voy a decir barbaridades, pero tratad de resumir El Quijote, La conjura de los necios, o L'écume des jours (de Boris Vian, que trataré otro día), y vereis que si conseguís el resumen habreis perdido la esencia.
Con 20th Century Boys es similar (lo cual implica que existe una gran diferencia, no estoy blasfemando) Una trama compleja, sin respiro, llena de sorpresas, rayana en ocasiones al hiperrealismo (la realidad, dicen, supera a la ficción), en otras ocasiones con una tendencia ci-fi (¿para qué poner sci-fi, si esto es castellano?). Y siempre, dosis de rock and roll, dosis de emoción blanda, y acción dura. El trazo rápido y la mente prodigiosas de Urasawa hacen un cuadro irrepetible.
Los personajes más carismáticos que se han visto en un cómic coral en mucho tiempo: el sublime Kenji, Otcho, Kanna... y uno de los villanos más apabullantes que recuerdo. Amigo.
La lucha entre el bien y el mal, vista de otra forma. Los niños pueden ser crueles, pero uno piensa que treinta años después nadie se acuerda. Los niños tenemos siempre proyectos, sueños irrealizables, pero nadie piensa que treinta años después tomen forma. Los niños queremos ser los reyes del mundo...pero sólo uno puede llegar a serlo.
Recomendada fehacientemente.

PD: resulta que van a estrenar la película en no mucho tiempo. Me parece un poco difícil resumir 22 tomos en una peli (aunque sean dos partes), pero habiendo visto esl tráiler, me parece que al menos la estética y la atmósfera gráfica la han clavado. Literalmente. Bueno, ahí os dejo el trailer, para que os metais en harina. Pero por favor...leedlo.

I, me, mine

Ahí fuera hace calor, y yo me aso en mi jaula de paredes blancas. Escucho música triste, y veo fotos. Ahí ha comenzado el verano, y yo estoy enclaustrado. Mi cabeza, que nunca se rinde, me pregunta la manera de escapar de aquí. Yo, que tampoco me rindo nunca, le pregunto a mi cabeza que si podría hacer el favor de callarse. El caso Slevin me distrae durante casi dos horas, y luego vuelven a empezar las despedidas. Es que desde toda la vida soy el último en irme de los sitios fríos y el primero en desaparecer de los sitios interesantes. El caso es que ha vuelto la melancolía.
Ahí fuera el mundo sigue girando, creo. Y yo aquí, con la persiana bajada a pesar de que es de noche. Preguntandome tantas cosas, cómo el sentido de la vida, dónde hay que firmar para que te quiera una de esas, por qué nadie da señales de vida si uno no hace primero señales de humo, o por qué no he salido a emborracharme yo solo.
Creo que la respuesta a esa última es "porque aún no tengo el carnet de alcohólicos anónimos, y sólo me quedan 20 euros para acabar el segundo año en Salamanca. Y cinco de ellos son para volver a casa."

martes, 24 de junio de 2008

Podemos

Desde que el mundo es mundo [es decir, hace un siglo y medio], el deporte rey es el fútbol. El fútbol, que mueve corazones, emociones, y millones. Mueve [y detiene] países; mi abuelo, que estuvo en el frente de Madrid, del lado nacional, me contó que en los ratos libres, se jugaban partidos de fútbol entre republicanos y nacionales, allá en el frente. Y luego echaban unos disparos al aire. Así que el fútbol está por encima incluso de guerras y políticos.
Y nuestro país está convulso por haber roto la barrera de los cuartos; esta vez sí, dicen los buenos que confían con fe ciega. Al fin y al cabo, la fe es masticar sin dientes, como dijo Jardiel Poncela. Cuatro, la cadena que retransmite esta Eurocopa 2008 en Austria y Suiza, se ha sacado de la manga un eslógan convertido en himno, que no podría ser más simple, y a la vez no podría ser más efectivo. Podemos.

Podemos se ha convertido en algo más que un himno, o un eslógan publicitario; se ha hecho un mantra. Como si nos hubiésemos convertido todos a la nueva religión, como si todos tuviésemos por primera vez en mucho tiempo y sin coacciones de por medio, la misma fe. Una sola voz. Podemos. Porque si algo maravilloso tenemos, es que somos capaces de extrapolar nuestras emociones. Y hemos pasado las emociones que nos aportan 90 minutos de 22 tíos tras un balón a nuestra vida real, la del día a día.

He visto escrito Podemos en las mesas de las bibliotecas. Lo he visto en papeles rotos, por el suelo. No tardaremos en ver algún graffiti. Mientras estudiamos en la residencia, nos decimos unos a otros en voz baja vamos, chavales, que podemos. Esta madrugada me han deseado tres veces suerte para el examen que probablemente suspenda con tres podemos de tres bocas diferentes. Podemos, en serio. Podemos, a modo de broma. Pero siempre la misma palabra. Dicha con algo de fuerza, con algo de aliento. Y la escuchas, y se te graba.

Me da lo mismo Cuatro. Me da lo mismo la Selección [hombre, ojalá que ganen] pero no me da lo mismo algo que ya es un fenómeno social. Un mantra, una oración. De este paganismo que nos inventamos en el siglo XXI, sin dioses pero con cielo. Porque, a fuerza de repetir una sola palabra, tan simple, tan estúpida, un verbo en presente y marcado en la primera persona del plural, a fuerza de tanta guerra, esto seguro de que sea lo que sea...podemos.

lunes, 23 de junio de 2008

Experimento #2


Para la tormenta de verano que hay ahi fuera. Tengo la ventana abierta, la luz se ha ido en mi calle, llueven litros. Y parece que tengo el valor para atreverme por fin.

"Invento la palabra
para tener
razón, silencio, ausencia, calma, sentido
para perder
el miedo, la prisa, los papeles
en los que eres
punto y seguido a una frase
que termina en consonante,
y que empieza cuando
invento la palabra."

sábado, 21 de junio de 2008

Una aguja en un pajar

Para el calor que se me pega. Ojalá se me pegasen más cosas.

Tú crees que estoy cantando en el desierto. Yo sé que sólo muere lo que olvidas.
Fito Cabrales

"La última vez que nos encontramos fue hace once años en una iglesia. Praga da mucho de sí, ya ves tú. Once años, desde aquel mayo, joder. Ni me acordaba de su cara. Pero ella, anoche, recordó perfectamente la mía, y mi nombre. Y yo casi caigo la litrona, pero me recompuse a tiempo, con la suficiente consciencia como para decirle :"cómo te va la vida". Yo no sé quién me engañó...si te cuento la verdad, estaba bastante perdido, y ella estaba tan segura como siempre. Así que procedimos a un suave intercambio de frases inocuas. Le va bastante bien, los hospitales son su mundo, o eso dice. Ilusa, en ese mundo no cabe nadie más. Y los que entran, tienen poca opción de salir. Pero bueno, que da igual, que es su mundo, y allá ella. Parece que tiene dos dedos de frente. Y yo de fiesta, porque hay cosas que cambian de vez en cuando.
Mi cara no, por lo que parece. Once años, dios mío. Es como encontrar una aguja en un pajar, y yo con una camiseta de los Beatles sudada; no es que me arrepienta de llevarla, ni de encontrarmela, es simplemente que me resulta tan curioso todo de vez en cuando, que cuando me siento a comer pipas en mi banco del paseo marítimo, me gusta pensar diez minutos sobre toda esta mierda de causalidad [no casualidad] en la vida. Yo soy el pajar, y ella era la aguja que me ha pinchado. Y yo algo borracho, lo suficiente para que me la vuelva a cruzar pasado mañana y no me acuerde. Dios, no es cuestión de dejarlo, sólo me pasa un par de veces al mes. Pero es que cuando me pasa, no hay razones lógicas. Esto merece que me compre otro paquete de pipas.
Pero yo camino arrastrando las zapatillas, y con el cuello doblado hacia adelante, invitando a la colleja, quizá eso es algo de lo que me siento tan orgulloso o tan incapaz, que cuando nos volvamos a encontrar y hayan pasado veintidós años desde entonces, me ría porque me volverá a conocer. Soy malísimo para las caras, y luego voy y me acuerdo de la matrícula de su Honda Accord. Bueno. Y de la tapicería de su asiento trasero. Aunque no fuera más que porque la vomité un par de veces."

PD: J.A.Barrueco me incluye en la lista de blogs del suyo propio. Y sin que yo se lo haya pedido. Flipante. Gracias, J.A. Barrueco. Te seguiré leyendo todos los días.

viernes, 20 de junio de 2008

A la mierda primavera

Para el verano, que va a llegar esta madrugada.

En Zamora hay tres estaciones: verano, invierno y la del tren
Popular
El fútbol son 11 contra 11, y siempre gana Alemania
Gary Lineker, futbolista inglés.

"En cuanto lo vi, lo dije, piensas, y ya se ha vuelto todo del revés. Y ya es uno, son dos, y quedan 3. No se trata de madurez, te autoconvences, se trata de resistencia. Y no de resistentziak, sino de resistencia. De la que se desgasta poco a poco, y no es ninguna utopía sino un concepto tan claro que puedes notarlo, porque se te va escapando. Y no hay razón para estar de luto, ni funerales por amigos, ni gaitas, sino bajar a dios de las nubes, y sentir bursitis olecraniana. En la cabeza cada vez se hacen más enredos, hoy me até con hilo de titanio los párpados [un nudo y doble cuerda] y cuando conseguí descoserlos, ya te habías ido. "Esto no es un disparo, es un adiós", recordé enseguida. Y un solo titular habría servido para arreglarlo todo entre cenicienta y yo, pero los cuentos de hadas son crueles, dice el psicoanálisis, y mi psicoanalista está tan de acuerdo que me ha recomendado a Platón. Y además me ha prohibido soñar, que dice que eso sólo sirve para poner en orden la mente, y que cuando estoy tan loco como ahora, soy un tipo interesante. Es una pena que mi psicoanalista sea un hombre, y no me interesen los romances gays a día de hoy."

jueves, 19 de junio de 2008

Las naranjas de la posguerra

Basado en un relato casi homónimo, pero a mi manera. Para mi madre.
"Llegué a casa, y encima de la mesa había media naranja, medio plátano y media pera, porque mi madre le prepara a mi sobrina la papilla con eso, y con algo de galletas. Es una tarde de calor y verano, así que me apeteció la fruta, y me hice el zumo de la media naranja, pelé el plátano y la pera, y con las mismas, me los comí.
El zumo era pasable, pero la pera y el plátano ya se estaban resecando, lo cual me hizo pensar en las fresas.
Las fresas, como todo lo buenísimo, sólo vienen una vez al año, y cada año la temporada de las fresas se me hace más corta. Ya ven, paranoias. La culpa, como todo, es de la huelga de transportes, supongo. El caso es que como solo vienen una vez al año, la ocasión hay que aprovecharla.
Me encantan, personalmente, las fresas con leche condensada. En mi casa hay variabilidad a más no poder. A mi hermano, con nata, a mi padre y a mi madre solas. En la resi, la gente las come con azúcar. Y las fresas son geniales, porque no sólo es la fresa, sino es ese juguillo que desprenden si se las deja macerar un poco. Pero tiene que ser un momento exacto...porque sino, queridos amigos, las fresas se han pasado, reblandecido, y eso no nos gusta a nadie.
Y las fresas tienen que estar cortadas perfectamente, sin la parte verde, y sin el tallo blanco. Aquí es donde viene la posguerra. Porque las madres, tan preocupadas siempre por la economía familiar, apuran hasta el último milímetro, y a veces uno se encuentra una hoja verde en su tazón de fresas. ¡Oh, tiempos, oh costumbres! Una generación como es la de mis abuelos, y en menos medida mis padres, que han sufrido los rigores de una posguerra que España por suerte se va olvidando, están ascostumbrados a apurar hasta el final. La que se come el filete con más nervios, la que chupa los huesos del pollo asado, la que se come la ensalada que sobró de mediodía, ésa es mi madre.
Y esto vino a mi mente a costa del zumo de naranja. Porque el zumo de naranja a todos nos gusta natural, cuando las naranjas están dulces y jugosas. Pero nos gusta colado, sin esas fibras tan repelentes que se entrometen entre los dientes. Y para eso hay que apretar la naranja contra el exprimidor lo justo para que salga todo el zumo y no quede mucho dentro de la cáscara, pero no tanto como para llevarte al zumo parte de la cáscara. Una dificilísima ecuación. Y las madres, en su afán de nutrición [para ellas siempre estaremos en edad de crecer] aprietan todo lo posible, porque bastante caro es un kilo de naranjas. Y no solo eso...lo peor es cuando el zumo está aguado. Se nota enseguida. No tiene ese sabor fuerte. Es tan fácil como distinguir un whisky aguado de un Chivas 12 años sin mezclar.
Zumo aguado, y con hilillos. Las naranjas de posguerra, fruto de una generación que lo pasó duro. Y ahora dicen que habrá crisis, probablemente. Que habrá que cambiar el mundo por fuerza. O al menos dejarlo como estaba antes. Sólo ruego que a mis hijos no les tenga que hacer zumo con naranjas de posguerra. Ni que se les maceren demasiado las fresas."

miércoles, 18 de junio de 2008

Experimento #1

-Où est-ce que t'as vendu ton temps?
-Où est-ce que t'as perdu ton âme?
-Donne moi un verre de ton espoir.
-Prends-en un. J'en ai marre.


Ya no me acuerdo de ná, que todo era de colores.
¿Dónde estarán tus besos? Se los han llevao' las flores


But sorry, honey. If i don't change the pace,
i can't face another day.

Elton John / Funeral for a Friend (Love Lies Bleeding) -

martes, 17 de junio de 2008

Lucha de gigantes

Para el globo que se va desinflando.
"Tengo la absurda necesidad de reinventarme cada noche delante del espejo que es mi ventana; le hablo a mi reflejo en segunda persona, y a mi dios en plural mayestático, que se esconde en las nubes. Abro la ventana cada noche sentado encima de la mesa, con frío en los pies, y con vacío en el estómago, y entonces cierro los ojos, y se dibuja la noche de Sanabria en mi mente, y lo oigo de nuevo, como si nunca me hubiera ido.
Tengo la estúpida inquietud de girar la cabeza siempre en el bus, para ver pasar el campo, que ya se está secando. Mi garganta se reseca de tanto hablar y no decir nada, creo que hace tiempo (desde que se fueron las tormentas de Murtzia) que ya no llueve, y me voy convirtiendo en otro daño colateral más del cambio climático, desertizándome poco a poco, y arena en mi espalda, llena de granos. Como mi frente.
Tengo la increíble capacidad de calcar mi vida, sin carboncillo, de una estación a otra (y no he encontrado aún donde bajarme) y vuelvo a estar en los mismos lugares, lugares comunes, y sentirme el mismo desconocido. Y llegará, porque va a caer una de las buenas, una de esas que limpia la calle y te encharca el corazón, pero nunca los pulmones.
Tanto me preocupo por lo que tengo, que va a llegar Italia, nos mandará a casa en el próximo partido, y me volveré a dar cuenta de que en realidad lo que tengo y no tengo es una mierda, porque con una simple ilusión, o desilusión, te pueden cambiar el día."

lunes, 16 de junio de 2008

Cuando sueñas, ¿qué coche conduces?


Para los creadores de Odio. Cuánta razón llevais...

"Lo he visto, y al momento lo he repudiado. U odiado.

Él es guapo. Se acuesta en una habitación. ¿Un hotel caro? Quizás. ¿Una casa moderna con buen gusto? Puede ser. Él se duerme, y aparece en medio de una calle vacía de una ciudad centroeuropea. Frente a él, un Mercedes C-Klasse Sportcoupé, negro, de la nueva generación. Precioso, por cierto. Brillante, con la puerta abierta. Él entra y arranca, y entonces todo sucede deprisa.

La noche. Aparca frente a un night club. Caro, vacío, entra y sube al piano. ¿Sabe tocarlo? Quizá. Pero no lo piensas más porque aparece ella. Una morena de impresión, ojazos y cuerpo de los que te rompen el cuello por la calle. Y ¡zas! es suya. Se montan en el coche, y ¡zas! se la folla, en la anteriormente mencionada habitación. Y dando a entender que se lo montan de puta madre, un polvo de esos que te dejan con el aliento justo para un cigarro, el de después. Pero no, él es tan sano que en la cama... Se queda tirado boca arriba en la cama. Cierra los ojos y los vuelve a abrir. Y está solo. Pero sigue siendo guapo, con esa cara de triunfador que ni tú ni yo tenemos. Y sale el eslógan. ¿Cuando sueñas, qué coche conduces?. Fin del anuncio.

Ah, pienso yo. Que era un sueño. ¿Y qué me dices? ¿Que se me va a curar el insomnio por comprarme el Clase C Sportcoupé? El otro día soñé que el Zamora ganaba al Rayo, en serio. ¿Si me compro el Clase C me garantizas que iré a Vallecas en Mercedes en mis sueños? Si me compro el Clase C tendré a una morena de escándalo para follar noche tras noche? Y una mierda.

Si me compro el Mercedes seré el mismo Jaio, pero con 30.000 euros menos en la cuenta corriente, y con una probable cara de chulo al volante, que en cuanto me vea la susodicha morena chulear por la calle va a pensar "menudo gilipollas".

La publicidad es como El Padrino. Te hace ofertas que no podrás rechazar. Pero con las mismas te puede partir las piernas o poner una bomba lapa."

domingo, 15 de junio de 2008

The Killers

Para Nachete, gracias por la biblioteca y la música.

And my heart, it don't beat, it don't beat he way it used to
And my eyes they don't see you no more
And my lips, they don't kiss, they don't kiss the way they used to
And my eyes don't recognize you no more

The Killers, For reasons unknown.

The Killers son una grupo indie oriundos de Las Vegas, que no es la mítica piscina/sala de fiestas que había años ha en Zamora, sino una ciudad donde la gente tira los millones así, como quien no quiere la cosa. El cabecilla es Brandon Flowers, y el grupo está compuesto por cuatro personas en total: el propio Flowers (voz), Dave Keuning (guitarra), Mark Stoermer (bajo) y Ronnie Vannucci (batería)

Hacen...música indie, supongo. Mezclan sonidos metálicos, con algo de sintetizador a la vieja usanza. Letras semiprofundas, pasando un pelín del tema del amor y los celos (Somebody Told Me, Mr Brightside, For reasons unknown) a otros como las expectativas vitales (When you were young) algo de crítica social (All this things that i've done) y canciones del día a día (Read my mind, Sam's town, inspirada en Las Vegas, Glamourous Indie Rock and Roll, hablando de su propia música). Otras...son canciones de esas que uno no puede sino preguntarse: de qué va? Y dejar simplemente que la música entre...

The Killers son un gran exponente de todo un movimiento de música como es el rock Indie, que viene siendo a esta primera década del siglo XXI lo que fuera el rock español a los 90, o todo lo que dieron de sí los creativos 80. Cada música, a su época.

Pero no hay época en la que no puedas disfrutar de cualquiera de ellas.





viernes, 13 de junio de 2008

Flojos de pantalón

Es que he estado con mi hermano cantando y viendo vídeos. Y luego resulta que diez minutos después le veo a Clifor en el blog lo mismo. Y digo: dos cosas así en una tarde no son casualidad. Así que tomad y bebed!!!!

jueves, 12 de junio de 2008

Los conserjes de noche

Para las noches de cultura en junio.

I've seen your flag in the Marble Arch
Love is not a victory march,
it's a cold and it's a broken hallellujah
(R. Wainwright)

I. Nadie envejeció como Bette Davis, pienso mientras leo en Fotogramas que este año cumpliría los 100 si siguiese viva. No, nadie envejeció como ella. Porque ella,
como todo lo que hizo en su vida, lo hizo sin manipularlo, y bien. La Davis dejó que sus dos gemas, que cuando tenía 20 años resaltaban sobre sus mejillas, se fueran enclaustrando debajo de los surcos y arrugas que los años fueron dejando encima de ella. Y por eso seguía siendo la más bella. Porque asumió lo que es la vida, y lo que la vida hace con cada uno de nosotros. Supo envejecer, supo encontrar la honra de la edad de la que ahora todos reniegan gracias a la toxina botulínica y al bisturí. Nip, tuck. ¿Eso es bello? Eso es basura.
Bella era Bette Davis, y por eso no volverá a haber nadie así.

II. Raúl, uno de los porteros de noche de mi residencia, me cae bien. Se corresponde al tópico que siempre existe alrededor de las personas con profesión nocturna (no alevosa). Eso de que al final, lo único que buscan es un rato de conversación. Por eso, cuando vuelvo en condiciones decentes, me suelo quedar un rato [longitud variable] hablando con él. Solemos empezar por el baloncesto. Yo, Zamarat; él, Avenida. Acabamos donde dios nos da a entender. Música, deportes, coches, bares, la vida. El día que hablemos de mujeres, me pensaré seriamente el empezar a trabajar por las noches.

III. Cuando Houdini hacía cine, era en ese blanco y negro mudo que da tanto miedo. Quizá porque el propio Houdini en sí daba bastante miedo. El documental del Canal de Historia sobre él acababa con unas macabras imágenes (mudas, blanco y negro) de su funeral por las calles de Chicago. Un coche fúnebre tirado por caballos, miles de personas en las aceras. El escapista se ha escapado por fin de una prisión mundana, y donde vaya no tendrá cadenas. Dicen que Houdini revolucionó el mundo, en general. Yo, personalmente me quedo con Nosferatu.

IV. Fumar es genial. ¿Qué sería de una novela negra sin un detective blanco encendiendo un cigarrillo a contraluz? ¿Qué sería de una imagen sesentera sin una chica semidesnuda sentada en el alféizar de la ventana fumando rubio? ¿Habría pósters de Audrey Hepburn sin su boquilla? ¿Qué haría el bueno del Che sin un habano? [nota mental: curioso doble sentido] ¿Sabina tendría su misma voz sin Ducados? Traigan un Montecristo para el Conde. Nena, liemos uno y compartamos el filtro. ¿Tienes fuego? [nunca intenten, amados lectores la respuesta: "¿no te vale con el de mis ojos?"] Pásame un fito, por favor. Oh, Fito sin un ídem en su clavijero no podría dar un concierto como dios manda. Fumar es genial, y sin embargo no fumo. Nunca podré hacer una novela negra.
Ni siquiera sumando a Bette Davis con Houdini mientras se lo montan, encienden un fito a medias al terminar, y le dejan propina y dos minutos de conversación al conserje del hostal cuando se van.

miércoles, 11 de junio de 2008

Entrando cruzado

Hoy nueva sección: Poesia de otros. No me considero ni de lejos lo suficientemente bueno para hacer poesía, todos mis intentos fueron pasteladas de adolescentes. Así que os propongo versos de otros que sí que saben cómo hacerlo. "And deaths shall have no dominion", de Dylan Thomas. Hay una grabación por ahí en la que la recita él mismo, con una fuerza impresionante, quizá por esa fuerza es mi preferida. Un buen comienzo.

"And death shall have no dominion.
Dead men naked they shall be one
With the man in the wind and the west moon;
When their bones are picked clean and the clean bones gone,
They shall have stars at elbow and foot;
Though they go mad they shall be sane,
Though they sink through the sea they shall rise again;
Though lovers be lost love shall not;
And death shall have no dominion.

And death shall have no dominion.
Under the windings of the sea
They lying long shall not die windily;
Twisting on racks when sinews give way,
Strapped to a wheel, yet they shall not break;
Faith in their hands shall snap in two,
And the unicorn evils run them through;
Split all ends up they shan't crack;
And death shall have no dominion.

And death shall have no dominion.
No more may gulls cry at their ears
Or waves break loud on the seashores;
Where blew a flower may a flower no more
Lift its head to the blows of the rain;
Though they be mad and dead as nails,
Heads of the characters hammer through daisies;
Break in the sun till the sun breaks down,
And death shall have no dominion."

Dylan Thomas (1914-1953) Poeta inglés.

martes, 10 de junio de 2008

Cuando muera la música

Para tres horas de vejiga hinchada, y cabeza exprimida.
"Cuando muera la música, allí estarás para verlo, es tan fácil que lo regalan en los quioscos con los suplementos dominicales que duran hasta el viernes, cuando reparten los periódicos en las esquinas, y la ciudad aspira el olor a fin de semana. Y empezarás a cantar, como cuando hundieron el cielo en Varsovia, y tú no dejabas de lado el acordeón. El musgo ha crecido durante sesenta años en los tejados, ya no hay bombas excepto si vives en el desierto, y quieres desviar el Eúfrates. Pero tú no te rindes, no te has rendido ni una sola vez, porque me regalaste tu bandera blanca para hacerme una camisa cuando acabó la batalla, y empatamos a cero, sin nada que celebrar pero sin haber perdido nada. Tú tienes las ganas, y yo las de perder [las llaves del coche, y volver a casa andando, obsesión de jueves por la noche, hormigón armado y yo no tengo encima ni una moneda de seis céntimos] Où tu veux, quand je puisse Incluso si las palabras no son para mí, allí te has dibujado, tras la puerta del servicio una turbina nuclear, y yo soy sólo un isótopo con intenciones de fusionarme pero ni mucho menos de explotar. Así son las cosas, la química inorgánica no tiene corazón, y a cada latido se para la cuerda. Y el reloj. Correa roja, contrapeso.
Payasadas; sólo sé que la música va a morir algún día y yo no habré escrito una sola canción."
American Pie - Don McLean

lunes, 9 de junio de 2008

Una del oeste

Hace tiempo que no escribo un pastelón. Así que hoy, a joderse.

"- Lo odio, en serio. Odio esa estúpida obsesión que hay en el mundo con el amor.
- ¿Qué?- no pudo evitar reirse con la cucharada de helado de nata en la boca, salpicando un poco.- Vamos, no me jodas que vas a ser otro despechado- y canturreó- es una mala mujeeer y yo un hombre...deeeespechado, jajaja.
- Va, tío, no me tomes el pelo, te lo decía en serio. Es una estúpida obsesión.
- ¿Por qué?
- Pues porque el amor no deja de ser otra emoción más, algo pasajero. Se va y, ¡zas! te estás preguntando qué viene después.
- Creo que lo banalizas.
- No, para nada. No lo banalizo yo. Yo le doy un poco de aire para que baje a la tierra.
- Entonces, ¿quién lo banaliza?
- Lo banalizan las novelas rosas. Las películas que empalagan. El chico-conoce-chica. Las canciones que dicen que nos sobra el amor. Las revistas que venden la felicidad envasada de parejas, las series de televisión que juegan con imanes que se alejan y se atraen.
- Vale, de acuerdo, ¿y qué? A la gente eso le gusta- Humm, no le gustaba nada, el helado estaba empezando a derretirse con el sol del cuarenta de mayo.
- Sí, le gusta. Pero es que eso no es razón de peso para que le den esa importancia suprema. ¿Quieres sentir algo especial? ¿Quieres sentir mariposas en el estómago? Está a tu alcance.
- Vamos, seguro...
- Por supuesto. Tírate en paracaídas. Métete setas de la risa, o un trippie. Corre una maratón. Disfruta un partido de fútbol, desde dentro o desde fuera. Que ascienda tu equipo. Gasta una noche de fiesta con tus amigos de verdad. Vete a 215 en una Yamaha por la autovía de Toro, de pasajero. Págate una puta. Tendrás tus mariposas en el estómago, y una emoción que recordarás mucho tiempo; ¿dónde ves la diferencia?
- Sigo sin verle el parecido. No creo ese amor que sea parecido a nada más.
- Ah, ¿no? Pues rómpete un tobillo al posarte con el paracaídas. Sufre una sobredosis. Un calambrazo que acarree rotura muscular en el kilómetro 39. Tírala a las nubes en el minuto 90 perdiendo de uno. Que descienda tu equipo. Pillate el coma etílico. Partete el casco y parte de la cara a 90 contra el guarda-rail. Raja el condón tirándote a la puta. Tendrás tu desamor, otra emoción que te joderá física y psicológicamente, y que también recordarás.
- Bah, no me lo puedo creer. Algo tendrá que tener el amor que lo diferencia del resto de emociones fuertes de las que me hablas.
- ¡No! Es solo una más…
- ¿Y dónde queda el que te abracen, que te besen, que te quieran?
- En la cuneta, en cualquier tarde que estés solo de verdad. Y como no fumas ni bebes, no tienes nada a lo que agarrarte. ¿Dios? Dios no te saca de esta, amigo. Por eso el amor es una emoción igual de genial que cualquier otra. Te da ese buen rato, y se acaba. No digo que sea malo...sólo que es algo más.
- Bueno, entonces supongo que no te apuntas a pillarnos unas guiris por ahí esta noche…"

domingo, 8 de junio de 2008

La ciudad del alma

Para mi Zamora. Del alma.
Todos llevamos una ciudad dentro,
ciudad que nos alienta y nos acusa.
La ciudad del alma.

Claudio Rodríguez (1934-1999) Poeta zamorano

"Zamora es un punto junto al Duero. Es pequeña, demasiado pequeña pare ese concepto que hoy tenemos de "ciudad" pero demasiado grande para ese concepto que hoy tenemos de "pueblo". Eleva la vista sobre un promontorio de piedra caliza, esponja de la que en primavera mana el agua por la cara norte, al lado de la Puerta de la Traición, dejando hilos de verdín húmedo.
Zamora mira a Portugal, pero no ve nada, porque pronto el río hace una curva, y se va hacia Oporto. Por allí se escapa la oportunidad que esta ciudad tiene de abrirse a otra Europa que no conocemos. La que nos da la mano, y no la espalda. Portugal es nuestro futuro, y nadie se atreve a decirlo en voz alta.
Zamora echa tres lazos al sur; uno de piedra, uno de hierro, uno de hormigón. Por allí se escapan los jóvenes de Septiembre a Junio porque no merecemos la pena de tener estudios a diez minutos de casa, sino a sesenta kilómetros. Yo me voy más al sur de Salamanca de vez en cuando, y dicen que hay otra tierra de color ocre, y más allá olivos.
Zamora deja caer la pendiente hacia Pucela, una bajada suave y abierta desde la que ves los Campos de Castilla, y crees entender por un momento a Unamuno y Machado. Y viajas a ciento cincuenta por la autovía, y ves moverse el trigo; suave. Por ahí se escapa el oro de Zamora, el que debería servir para el cuarto lazo al sur del Duero. El que debría servir para dar de comer a una sola empresa. El que debería darnos la libertad, y algo de protagonismo.
Zamora al norte apenas mira, porque los viejos siempre decían que del norte sólo viene frío. Yo al norte conozco las comarcas que están en las faldas de los montes. Aliste, Tábara, Alba. Allí eché mi raiz, como otros tantos, y no quiero que nunca me la arranquen. Tierra pobre; seca; árida. Huele a jaras. Luego vienen las montañas. Y tras las montañas, el reino de León. Y allí tampoco quiero mirar, porque de allí...repiten los viejos, sólo vino el aire frío.

Zamora echa de menos el mar, y sus bancos se abren a atardeceres de tierra marrón y verde, ondulada. De carreteras secundarias, de baches, de bajadas y de ríos encerrados en cañones de piedra. De embalses que se llevaron pueblos y trajeron metales, y progreso (en diferente medida).

Zamora echa de menos la vida, y por eso, como los ancianos cuando viven sus últimos años, parece que se va apagando. Pero cada sábado por la noche se riega la aorta de Zamora de etanol. Cada Febrero y Junio el vientre blanco de la biblioteca del Campus (Claudio Rodríguez, precisamente) echa humo de calefacción, o de mentes en ebullición, quiero creer.

Zamora, aunque nadie se lo crea, está más viva que nunca, porque nosotros estamos más vivos que nunca. Cometeré el error, pero sé que si nosotros no creemos, nadie lo hará por nosotros. Hoy el Zamora C.F. juega ante el Rayo Vallecano una oportunidad de salir en los periódicos a lo largo del año que viene. Cada clavo ardiendo es la manilla de la puerta que nos abre el cielo.

Y el cielo no está en Pucela, ni en Salamanca, ni en León, ni en Portugal. El cielo es un punto sobre el Duero.

sábado, 7 de junio de 2008

True

Me lees. Te entran por tus ojos mis letras. Los colores del fondo, las frases que encadeno una tras otra. Te entran las historias, las críticas literarias, alguna risa. Quizá la música que suena de fondo te evoca algún sentimiento, quizá tengas puesta tu propia música y la mía te molesta y la has pausado. Quizá has venido por casualidad a esta web, y te está gustando, o la estás detestando. Quizá te he dado la paliza para que me leas y no sabes si te va a gustar o no, pero me lees por no aguantarme. Estás saltando de una línea a otra y sólo ves más letras, sin dibujos. A lo mejor me entiendes en realidad. A lo mejor crees que me entiendes. A lo mejor no me entiendes. No sabes si esto es poesía prosificada, o son sólo desvaríos, tal y como pregona el título del blog. Pero llegas, y lo lees; me lees.

Sólo te planteo una cuestión: que nunca sabrás si es verdad o mentira.

viernes, 6 de junio de 2008

Odio


Luego escribiré algo decente. Primero, un homenaje zamorano, a Mario Crespo (entrevista en La Opinion, y su blog http://www.mariocrespo.blogspot.com/. Basado en un libro de poemas homónimo de David Refoyo (http://www.perdicioncity.blogspot.com/

Merecerá la pena, desde luego. Arriba os dejo la portada y aqui el trailer en Youtube. Merece la pena apoyar. Son jóvenes, con ganas, y hacen cosas buenas. Odio

miércoles, 4 de junio de 2008

Vamos tirando

Para Alfie, que me inspira historias con personajillos de su estilo. Un gran tipo.

"No, no me jodas. Las cinco de la mañana no son horas. ¿Y qué? En serio, ¿ves que me importe tu cara? De hecho, estamos hablando por teléfono, asi que, ¿crees que me importa tu cara? ¿Me importa tu voz? Rómpetela las veces que quieras, luego te pasarás días enteros hablando en susurros y tus estúpidas amigas no podrían ir a tomar café contigo porque tendrían que estar en silencio más de quince minutos para poderte oír, y su sistema nervioso quizá no lo soportase. ¿Qué dices? Al menos mis estúpidos amigos son capaces de estar callados escuchando como si les importara, al menos hablan poco, aunque de sus bocas salgan un altísimo porcentaje de gilipolleces. Al menos tuve el privilegio de escogerles yo a ellos. Pero lo mires por donde lo mires, las cinco de la mañana no son horas. Que no, que no me importa que solloces otra vez más. ¿No te cansas de hacer siempre lo mismo? Deberías variar tus rutinas, así al menos podrías ser original por una o dos veces en tu vida. Esto ya es una rutina. Tú eres una rutina. Yo soy una rutina. Paso de ser una rutina. ¿No lo entiendes? Pues comprate un diccionario de sinónimos y haz al menos que pueda comer algún editor, o sus doce hijos.
Que no, que no le des más vueltas. Mira, voy a obviar la tercera vez de mencionarte que no son horas, porque en realidad fuera la hora que fuera, estaría pasando de ti tanto como lo estoy haciendo ahora. Es eso. ¿Me dejarías de tocar los huevos si te dijera que paso de ti? Vale. Paso de ti. Ya está, ¿te sientes mejor? Yo sí, bastante, así que ahora te voy a colgar este teléfono rojo, y te puedes ir a tirar bombas atómicas a Moscú si te da la gana, porque a mi me da lo mismo. ¿Lo entiendes ahora? ¿Tampoco? Pues entonces trata de llevarte bien con el pitido que te va a indicar dentro de diez segundos que he colgado. Y otra vez déjame un post-it diciendo que me vas a llamar, así tendré preparados calmantes vitamínicos. Para ti, joder.

Dios, los agentes de seguros son inaguantables."

martes, 3 de junio de 2008

Placer por placer

Para una nueva idea, que nace a cada paso.
"Ella le dijo, con gran sinceridad y algo de morbo, que tenía hambre de hombre. Él le confesó que se moría de sed. Así que mientras ella le devoraba la vida, él se la bebía a morro. Y fueron uno y medio hasta las dos menos veinticinco.

El resto de la historia se resume en un simple párrafo. Amaneció, y cada uno cogió un taxi diferente a una hora diferente, dejando encendida la luz, y el último que cierre. Llegó la tarde, y se llamaron, primero uno y luego otra, al móvil falso que se habían dado. Se rieron, y se maldijeron por lo bajo, por conocerse tan bien y tan mal en tan poco tiempo. Llegó la noche, y cogieron camas diferentes, y durmieron solos. Y despertaron sin nada que hacer.

Él escribió en una libreta negra que ataba con una goma, que las cosas buenas no duran más que una noche. Ella le contó a una amiga que ataba con un capuccino, que las cosas buenas no deberían ser tan cortas."

lunes, 2 de junio de 2008

La tienda de mi tío

No es una metáfora, no es nada literario ni empalagoso. Es solo una historia de familia.

Mi tío cerró su tienda hará cosa de un mes. Era la típica tienda de barrio, que me encantaba. Puerta de metal, todo escaparate. Vendía lo que se llamaba antes ultramarinos. Pan, conservas, vino, fruta, dulces de todo tipo, y algunas cosas de limpieza para la casa. Tenía el suelo de terrazo desgastado, ya no brillaba por mucho que mi tía lo fregara. Las estanterías, como todo lo demás de la tienda, eran viejas y metálicas. Había también otros expositores más pequeños donde ponía los productos de temporada o los cercanos a caducarse. El mostrador, forrado con papel adhesivo por fuera marrón y por dentro horriblemente azul. Al fondo de la tienda, bastante oscura toda ella, por cierto, una puerta únicamente cegada por una cortina daba a la trastienda. La tratienda, llena de cajas de cartón, estanterías azules, y un tragaluz, que le daba aspecto de película.
Sería más justo decir que la tienda entera tenía aspecto de película, es el clásico escenario de serie sobre los años 60 o 70. La atendían entre mi tío y mi tía como buenamente podían, heredada de los padres de mi tía. Ponían buenas caras a todo el vecindario de Las Cortinas de San Miguel (parte alta y rica de Zamora), llevaban los encargos a pie a casas particulares, mi tío iba con su Renault 4L (cuatro latas para la familia) al Mercazamora todas las mañanas. Conocieron buenos tiempos, seguramente. Porque las tiendas de barrio son así, las veas como las veas, sabes que han tenido buenos (mejores) tiempos.
Pero los tiempos van cambiando, como dijo Bob Dylan. Y hemos ido cambiando, esta sociedad. Ahora la gente compra cegada en supermercados, ya ni siquiera para los botellones se va a las tiendas de barrio. Ahora vas a los relucientes hipermercados y llenas un carro que te cuesta 90 euros, con productos prefabricados, sin hablar con nadie.
Suena edulcorado. Suena mitificado. Pero me gustaba tanto la tienda de mi tío que el hecho de que la haya tenido que cerrar porque otros más grandes han podido con lo que tantos años le llevó me jode. Supongo que la vida es así, pero es así de injusta.
Cualquier tiempo pasado no fue mejor, pero había cosas del pasado que sí que lo eran.

domingo, 1 de junio de 2008

Gracias por los recuerdos (Thnx fr th mmrs)

Para mis abuelos, que me han dado la vida.

"No tengo nada que decir. Quizá una sola cosa.

GRACIAS.



It's easier to leave
than to be left behind