sábado, 30 de enero de 2010

You're so vain,
You'd probably think this song is about you.
You're so vain.



Y ahora, ahora que este mes de Enero se acaba, empieza todo lo demás. Seguiremos informando.

viernes, 29 de enero de 2010

La Revolución de las Tabletas



Ayer el mundo, perdón, El Mundo, esperaba impaciente la revolución, con las cabezas pegadas a las pantallas, algo innovador, algo que iba a cambiar el signo de los tiempos. Ayer, ayer, y digo bien, ayer, que ya forma parte del Pasado, el Mundo esperaba el Futuro.

Y ayer, el Futuro se presentó de forma un tanto decepcionante.

Con una mierda que no puede llevar más de una aplicación a la vez, y con 2 partidos de sanción.

A tomar por culo la Revolución de la Tabletas, debió de pensar El Mundo. Y siguieron cenando.



jueves, 28 de enero de 2010

Say it's not real

Dimelo así en voz baja, al oído, dime que voy a cerrar los ojos y voy a despertarme después muy despacio entre sábanas de franela con cortinas descorridas y persiana levantada y frío sol de enero, y la ventana abierta porque ya te has ido y no quieres que la casa huela a ti, pero yo sí, y me cago en tu maldita costumbre, que además de borrar tu olor me deja la habitación helada hasta las 12 cuando por fin la comunidad de vecinos conecta la calefacción central.

Dime que no es verdad, dime que yo nunca he tenido un sueño erótico con tres mujeres en una playa del Caribe, dime que lo más parecido a eso fue mi vecina de enfrente, y que ahora tú me vas a dejar a medio gas, que lo que tienes que hacer es acabar un par de encargos por el edificio, que yo fui un rato agradable y nada más. Repíteme que cierre los ojos de una vez.

Dime que no es verdad, y yo haré como cuando no quería que mi madre me diera sus charlas de adolescencia, y me haré el dormido sobre el lado contrario a la puerta, y apretaré los ojos esperando oir el ruido de la cerradura desde fuera, y suspiraré hondo para empezar a respirar largo y tendido con el diafragma hasta que llegue el sueño de verdad y me pille tendido boca arriba en la cama con el edredón sobre el ombligo, los brazos a los lados, y la ventana esperando a que vengas a abrirla antes de amanecer.

miércoles, 27 de enero de 2010

Miradas



Paso por las ciudades, demasiado pequeñas
mi yin y mi yang
paso por las ciudades
paseo por las ciudades
y miro a la gente a la cara
(perro, pájaro, tortuga)
los miro a la cara, y los conozco
ellos no me conocen.

Pero yo los conozco, y algunos
algunos son
ex novios de mis
ex novias, y entonces me descubro
pensando en cómo debo mirar a tipos
que han besado los mismos labios que yo,
que se han comido mis babas
y viceversa.

¿Les debo conmiseración? Al fin
y al cabo han caído hasta el mismo lugar que yo.
Pero no, quizá fueron ellos los que quedaron arriba.
¿Les debo odio? Puede que
ellos me lo deban a mí, sin que lo sepa.

Qué voy a hacer yo,
les miro a la cara
(perro, pájaro, tortuga)
y pienso que debe ser bonito
pasear por ciudades grandes, y que
ni dios te conozca,
y poderte imaginar sus vidas
en vez de sabertelas
de memoria.

Ligoteca


[homenaje a mes y medio entre paredes sin libros y sillas vacías y chicas y silencio y bebidas y descansos y frío calor contraste]

"Yo quiero catalogar una a una todas tus camisetas, tus jerseys de punto con escote, tus pantalones de pitillo, tus minifaldas con medias, tus botas de mosquetera, tus planos y tus deportivas, tus sudaderas, tus días con ojeras y tus días de media hora de maquillaje, los que sonríes y los que tienes examen.

Yo quiero que me imagines declamando a Walt Whitman subido en una mesa de Zacut, y ser tu sueño húmedo en uno de los aseos, para que al llegar la noche y el Segurata, tú y yo seamos meros sitios vacíos ocupados por folios en blanco aparentemente descolocados al azar.

Quiero ser el naúfrago anónimo que esperas cada lunes para que llegue a ti, pero afeitado y con Wilson, quiero que te hayas aprendido de memoria todas mis miradas lascivas desde detrás de la estantería esquivando al chico de rojo, que automatices mi bajada de ojos cada vez que me cazas en un renuncio, o incluso las ocasiones que mi mente va volando al techo, o la pared hasta encontrarte, que suavices el gesto para odiarme con menos ganas.

Quiero que suspendas todas para poderte ver debajo del aire acondicionado de Agosto con tres piezas de ropa, con conos de helado y apuntes desgastados después de tantos meses, quiero verte en las terrazas de la ciudad, y pensar que estás todavía más cachonda cuando dejas tu sitio en la biblioteca. Quiero pillarte yo a ti en otro renuncio y contarte que todo este montón de esquemas, folios en sucio y clips sólo te dibujan desnuda. En mi mente, en los servicios. En 5 minutos, y con el Segurata dando vueltas.

Pero que nos acaben trincando las de la limpieza cuando cierren a las 3:00 am"

martes, 19 de enero de 2010

Tenía razón Rubén; los lunes ya no son tan duros

http://microabiertosalamanca.blogspot.com/

domingo, 17 de enero de 2010

La invisibilidad del traductor

Le dijeron: "Nunca debe notarse tu huella entre el original y la traducción definitiva, que debe recoger el sentido primigenio que el autor quiso concederle a la obra, y nunca tu propia interpreqtación, pues de esta forma coartarías totalmente al futuro lector que se encontraría en un cruuce de caminos entre tu trabeajo y la creación artística". Y le volvieron invisible. A él, que tanto ansiaba algún futuro mejor, que dejó de lado su ego por las ilusiones de medrar, como decía su abbuela.

Y se pusoo mnanos a la obra. Se hizo a un lado, dejó que las frases litierales le fuesen corroyendo poco a ptoco, dejó que libros de literatos de poca montoa pasaran de lenguas vernáculas a eser simplemente incomprenssibles por el mensaje que transmitían, y se fue poco a poco apagando. Lo que el mundo quería: un traductor invisible.

Por las noches, soñaba despierto boca arriba en su cama con ser él el genio al que alguna vez tradujesen, con encuadsernaciones que llevasen su nombre en el lomo, manoseado de bibliotoecas públicas, desgastado de cientos de ojos ávidos. Al fin, en una tarde de octubre ideó el más ingenuo y menos maquiavélico de los planes. Escribir un lñibro e irlo escondienado entre los que tradrujese.

Un hombre paciente es quizá el más rico de los hombres, de modo que fue introduciendo letras sueltas paso a paso en los volúmenes. "Madrse", "estuchue", "carreteria". Porque él creía en el lector, en su fidelidad, en su perspicacia. En que buscasen su nombre en la cubierta, allá donde ponía "Traducción:...", y anotasen en un cuaderno la serie incesante de letras aparentemente perdidas que narraban aquella increíble historia. Apenas tres o cuatro erratas por libro. Algo que fuese totalmente inadvertido.

A los 63 años se jubiló voluntariamente con 1354 traducciones a sus espaldas y con el orgullo y el convencimiento de que había terminado para siempre con la invisibilidad del traductor.

sábado, 16 de enero de 2010

Síndrome de Apneas/Hipopneas del Sueño (SAHS)

"Somnolencia excesiva, trastornos cognitivos, conductuales, respiratorios, cardíacos, metabólicos o inflamatorios secundarios a episodios repetidos de obstrucción de la vía aérea superior durante el sueño" (SEPAR, 2005)

No es ningún secreto que esta noche he soñado contigo, lo sabe toda mi familia y los vecinos del B después de que haya pasado un buen rato agitándome en la cama y gritando tu nombre, porque estabas ahí, estabas más alta que nunca con tacones, más arreglada que nunca, con la sonrisa más malévola que nunca y yo empequeñecía y callaba ante tus ataques, corría por las calles empedradas, y quería que parasen con aquello, hasta que tú, satisfecha, te ibas.

Mi médico lo achaca a una falta de coordinación de mis músculos respiratorios, mi lengua y mi epiglotis, que eso me provoca falta de oxígeno y diversos síntomas, como esas pesadillas, pero yo sé que me miente, y que en realidad esta noche estabas ahí, al lado de mi cama arreglada y con tacones, sonriendo, entrando con las llaves de mi casa que me robaste cuando mis pantalones eran el refugio de tus dedos. Pero eso sí es un secreto, porque todos se han puesto del lado del médico, y podrían tomarme por loco.

Yo, mientras ellos preparan tratamientos y polisomnografías, he decidido que la próxima noche me voy a dormir con nuestra foto debajo de la almohada, de modo que cuando aparezcas, porque sé que aparecerás, lo sacaré a la luz, y tú, cual vampiro, te volatilizarás, espero. O me llevarás agarrado al infierno donde debemos acabar todos (pero a ellos, a diferencia de ti y de mí, les cogerá por sorpresa).

viernes, 15 de enero de 2010

Azul, pero no tanto.

La verdad es que tenía tantas ganas de verte de nuevo como de morder el hielo que nos pasábamos de pequeños, oh, qué monos, éramos niños, niños, ni-ños. Porque son chicas, quién querría jugar con ellas, claro que sí, pelémonos las rodillas con balones en campos de tierra, que ya llegará la hora lejana de pelarnos la tercera extremidad, oh, éramos niños, qué podíamos saber de aquello. Y tú allí, con tu media melena y tus coleteros rosas, reina pop de Quinto de Primaria.

La verdad es que tenía tantas ganas de verte de nuevo como de beberme el Malibú Piña que supuso mi terrible primer paso en la espiral que fue deconstruyendose noche tras noche, cerrando bares y gastando tantas fichas como si fuera el primer cabeza de serie de una noche caliente en Las Vegas, haciendome pasar por la persona que en realidad soy, y mujer tras mujer tras mujer, todas se fueron. Y yo no pillé con ninguna.

La verdad es que tenía tantas ganas de verte de nuevo como de echar aquella partida de mus en la que nos jugamos los calzoncillos a la tercera vaca, y yo perdí con un órdago a la chica siendo mano con tres pitos cinco contra tus tres pitos cuatro, y toda la noche en el lago en pelotas con la linterna, y el verano del amor, y las neumonías hasta octubre, y tú te fuiste lejos, yo tenía ganas de verte, y de recuperar mis calzoncillos.

La verdad es que tenía ganas de recuperar mis calzoncillos azul marino que me daban suerte, porque yo era coleccionista de amuletos en aquel estuche negro y gris de puma, el clavo de Cristo, el boli que aprobaba exámenes, el sulfato cúprico pentahidratado que robamos de aquel laboratorio de Química en Bachillerato, el Caballo de Oros con la esquina superior izquierda doblada, yo quería mis calzoncillos azul marino, porque desde aquel entonces nada, nunca sin mis calzoncillos.

De modo que empecé a ir sin calzoncillos a todas partes, lo que me llevó a un rosario de erupciones en la cara interna de los muslos provocadas por las infames costuras internas del doctor Levi Strauss (Hitler dejó tanto por hacer), mi padre nunca más me dejó su R5 amarillo por las sospechosas manchas que aparecian después de cada uso, y juro que ninguna fue fuera del asiento del conductor, lo juro, lo curo, es cierto, tanto como la cicatriz que tengo en el muslo derecho.

Yo tenía tantas ganas de verte como de que me devolvieras mis calzoncillos azul marino, reina del pop de primaria, y que me los quitaras después, licenciadada en la Autónoma, a mordiscos.

lunes, 11 de enero de 2010

Nieve

Nieva entre las piernas
terrible metáfora de sexo blando
espectacular somier de láminas
tirantes y lejanos hasta que
acaba
y no, no cuaja.

Nieva sobre mis hombros
estúpido malgasto de champú
de marca (oh, tempus, oh, mores) blanca
y me quedaré calvo, eso es algo
como que nieve
que no, no tiene remedio.

Nieva en las ciudades
y los telediarios, desangelada sorpresa
llenan sus cabeceras de agua en estado sólido
frío, como si aún les alucinara que en enero
pueda pasar todo esto
y mi abuela habla del tópico.

Aquello sí que eran inviernos.

sábado, 9 de enero de 2010

La isla

Aunque tú no lo sepas, hay una isla en alguna parte donde ayer Elvis ha celebrado sus 75 años con unas rayitas que Jim Morrison ha traido para todos, y Janis Joplin cantó fuerte, muy fuerte aquella de "Try, baby, try", mientras Jacko, que ha llegado hace muy poquito se está aclimatando poco a poco al lugar y poniendose un poco más moreno con el sol tropical y toda esa música de los 70 que no deja de sonar a todo trapo por los altavoces de la playa. Seguro que Jesucristo tiene algo que opinar al respecto.

Elvis el hombre se ríe bastante haciendo turismo camuflado entre miles de japoneses, y no puede evitar volver alguna vez al año a Las Vegas, donde se siente como en un caleidoscopio de sí mismo, se divierte bastante viendo cómo nadie más ha vuelto a ser el primero en transmitir un concierto vía satélite y echando algo de dinero en las tragaperras. Y llama a Priscilla de vez en cuando para tener controlada a la niña.

El Rey sigue siendo el Rey. Ayer se ha puesto a grabar todos los telediarios en el disco duro de su reproductor de DVD, porque han hablado mucho de él en todas las cadenas. Pobre, siente nostalgia de vez en cuando, así que con la ayuda de JFK que toca la guitarra un poco, están preparando su retorno, con la intención de hacer el primer concierto en directo por streaming de la Historia. Porque el Rey es un pionero, y eso no lo pierdes ni con 75 años. Felicidades.

viernes, 8 de enero de 2010

Ratas de biblioteca

Siendo despectivo, esto está lleno de ratas de biblioteca. Pero no ratas de esas adorables de película de Pixar sino ratas de verdad, de esas que hieden y tienen pelos que recogen hongos y bacterias del inframundo en el que viven todo el año, y ahora, ahora, amigos, les sucede como a las cucarachas del verano: notan que es su época por aquellos instintos primarios de los que el ser humano se ha ido desprendiendo, y salen a la superficie a compartir horas con nosotros.

De este modo son observables conductas más propias de animales que de humanos. La lucha salvaje por cada puesto de estudio, el terrible juego de las sillas al borde del precipicio de Zacut, las miradas de diversa consideración (odio, vicio) y ninguna ingenuidad, el terrible afán de engullir tomos de centenares de páginas, el fomento de una rivalidad sangrienta por los mismos objetivos. ¿Es biblioteca, queridos amigos, sinónimo de deshumanización?

En 2010, al parecer recién nombrado Año Internacional de la Estulticia (para los de la E.S.O, clic aquí) parece que entraremos en la segunda década del siglo XXI después de Nuestro Señor sin haber presenciado aún el primer atropello por coche volador en nuestras calles, ni la comercialización de las píldoras de felicidad para astronautas de salón, así que tendremos que conformarnos con ir aprobando las que podamos, sobrevivir a estas épocas oscuras cuasimedievales y esperar el alzamiento por el Este del Frente Judeo Masónico Comunista que ponga fin a toda esta sarta de despropósitos, echando matarratas en los cafés.

De este modo, los pocos privilegiados que podemos abrir los ojos a las 7.30 a.m. sin gustar del prohibido placer de la cafeína nos veremos recompensados formando una nueva estirpe ( = por fin follaremos) que vacíe las ciudades de ciclomotores de dos tiempos y pueble el cielo de aeroautopistas, que también por fin vacíe las bibliotecas de esta actitud que se extiende como el gas mostaza en las trincheras de Verdún (los de la E.S.O., clic aquí).

Mmmmmmm...gas mostaaaazaaaaa...

martes, 5 de enero de 2010

Noche de Reyes

all the lonely people,
where do they all belong?


"Hay miles de formas de hacer sangre, hay linfomas Hodgkin y no Hodgkin" recitaba de memoria; "hay libros en los que no queda nada escrito y hay frases que no cabrían en enciclopedias". Ella miraba el humo y la ventana y el blanco y negro de la foto, yo miraba papeles y la acariciaba.

Debajo de la cama de siempre los regalos en bolsas de centros comerciales de las afueras haciendo ese crujido del papel de la noche antes de la tempestad, de cuando nos levantabamos a las 7 de la mañana y corríamos por el pasillo reluciente hacia el salón, inventos de ser niño, pena de hacerte mayor. Creo que eso, y un par de olores o tres son lo único que echo de menos. O lo que más echo de menos. Y la seguía acariciando.

Ahí fuera niebla frío nubes agua calles vacías bancos helados coches aparcados silencio silencio silencio, y luego con el paso del tiempo sabes que ningún camello ninguna escalera al balcón ningún vaso de leche con galletas ninguna estrella de Oriente, y ya no merece la pena levantarse a las 7, pero sin embargo, ¿sabes? "todo eso lo puedes curar con química y rayos y libros y prospectos" le recitaba de memoria, yo miraba papeles y ella no decía nada porque eso acaba siendo lo normal de los gatos, que no digan nada.

viernes, 1 de enero de 2010

Año Nuevo, misma vida

Porque hay cosas que no deben cambiar nunca, deberíamos quedarnos con todos los despropósitos de año viejo por si en realidad fueran lo bueno, por si en realidad todo ya está bien como está. Otra sublime nochevieja en Videmala en la que nunca cambiaría el frío, el humo de jara y los cuatro de siempre por un cotillón, el humo de tabaco y mil personas que no conozco.

Y aún así, feliz 2010. Seguiremos dando guerra.


(Anochecer de Año Nuevo en Videmala, Zamora)