lunes, 30 de enero de 2012

El fútbol a sol y sombra, de Eduardo Galeano


Si os gusta el fútbol, la prosa, la poesía, el balonmano, las mujeres, el vino.... Qué más da lo que os guste, porque este libro os va a encantar. Galeano es un mago de la palabra, ya que no lo pudo ser del balón. Es un excelente sociólogo, un retratista de multitudes anónimas y también de caras idolatradas. Un libro que se devora con facilidad, casi con ansia, mínimas historias enciclopédicas plagadas de anécdotas y frases para el recuerdo. Si os gusta el fútbol, disfrutareis este libro. Si no os gusta, después de leer a Galeano,quizá empiece a hacerlo.


"El gol es el orgasmo del fútbol. Como el orgasmo, el gol es cada vez menos frecuente en la vida moderna. Hace medio siglo era poco frecuente que un partido terminara sin goles 0 a 0, dos bocas abiertas, dos bostezos. Ahora, los once jugadores se pasan todo el rato colgados del travesaño, dedicados a evitar los goles y sin tiempo para hacerlos.

El entusiasmo que se desata cada vez que la bala blanca sacude la red puede parecer misterio o locura pero hay que tener en cuenta que es un milagro que se da poco. El gol, aunque sea un golcito, resulta siempre goooooooooooooooooool en la garganta de los relatores de radio, un Do de pecho capaz de dejar a Caruso afónico para siempre, y la multitud delira y el estadio se olvida de que es de cemento y se desprende de la tierra y se va al aire"


domingo, 29 de enero de 2012

Hasta cuándo

Sucedió que sobrevaloré la imposibilitud de los hechos. De tal modo, me convencí de hacerme grande entre los nopodermientos de la vida. No podremos comprar ese barco de Playmobil. No podremos viajar a la playa en vacaciones. No podremos seguir viviendo en este piso. Sobrevaloré todo lo que no pude hacer ni tener, lo convertí en mitos, mitos para mi día a día. Mitos con los que contruí realidades parecidas pero paralelas, siempre diferentes, líneas de funciones asintóticas que se aproximan hasta el infinito sin llegar a cruzarse nunca. Así hice dos vidas, hice grandes los imposibles y pequeñas las realidades, hasta que me desalimenté por completo de todo lo que tenía, de lo que conseguía, de lo que era para sólo querer ser. Soy consciente de todos mis errores, pero, nena, no cometas el error de recordármelos en mi propia cara. Ahora hago lo que puedo en pisos francos, zumos y soledades que no son la mía, vampiro reconocible con los pies en la Tierra, con cambios de juego, disparos al aire y el ancla echada en una bahía pasada. Sucedió que siempre sobrevaloré la imposibilitud de los hechos, pero una vez cometí un error muy caro, y hay caras que no puedo olvidar por la noche allí donde estoy indefenso, que es cuando sueño, cuando nadie puede rescatarme de mis propias garras y me golpeo la cabeza contra la pared. No valoré las probabilidades de que las bombas exploten, pero ni los más valientes salen indemnes. Luego queda el consuelo, la maleta llena.  Todo lo que no nos robarán jamás, todo lo que hemos hecho y deshecho. Las cicatrices. El paso nunca descrito que convierte la materia imposible al estado sólido. ¿Hasta cuándo necesitaremos las válvulas para no asfixiarnos? Viajando en el espacio exterior, el mayor peligro es el que no se ve: el vacío absoluto.

Una vez, viajando, el hombre que más admiro me confesó que sólo había una canción capaz de hacerle llorar.

viernes, 27 de enero de 2012

How do you sleep

Ya no se lleva ser un loser. Lo sé, lo he sabido hace mucho tiempo, que mis huesos, que un día fueron huesos de poeta, ya no pegan en estos bares porque yo no sé llevar bigote, y qué le voy a hacer yo si por mucho que lo he regado con cerveza no crece. Las americanas no me conjuntan con nada, y no he estudiado tanto como para tenerles que poner aterciopeladas coderas. Así que, ¿cómo duermo? Me lo pregunto cada noche, porque no estais, ni tú ni nadie, no estais, y sin embargo duermo. Duermo con la almohada, con Tolkien, con Nathan Drake, con mi mano derecha. Ya no se lleva ser poeta, ya no consigo engañarlas como antes ni que se enamoren de mi prodigiosa mente juntadora de palabras, ahora sólo me miran por el trozo de carne que me cuelga entre las piernas, me miran y piensan "tu pene" como si mi pene fuera un objeto contundente, lo dicen por ignorancia, sin saber que no es más que una simple masa blanda y obtusa, que no sirve a ninguno de sus propósitos, que no les va a dar ni daño ni amor ni sexo ni consuelo ni refugio porque es parte de mí, que no soy un loser ni un poeta. Pero mientras sigan sin saberlo, sólo me podré mirar en los ojos de los que ya lo saben, de los que ya me han retirado mi licencia para matar, de los que me jubilan y me odian y me admiran, el espejo y alimento de mi ego, dicen que siempre hay alguien que nos hará estar en el número dos, pero no lo sé, yo vivo en el número cinco y a todas las engaño de la misma manera, yo soy mi número uno, porque ya no se lleva ser un loser ni un poeta, hay que ser un apolíneo atleta que no conoce la derrota ni el sabor de la hiel salvo en los entrenamientos vespertinos en embarradas pistas, alejadas de la ciudad, donde nadie lo ha visto tropezarse, todos piensan en Émil Zátopek y sus carreras por los bosques y el triunfo en la Maratón de Helsinki '52, porque el bueno de la película siempre acaba ganando, por eso me han retirado la licencia para matar, los huesos de poeta, la L de Loser.

lunes, 23 de enero de 2012

Eran gigantes

"Demostrando con ello el heroísmo sin par de este noble pueblo
que os vio nacer para honra y orgullo del mundo entero. Oye, por favor, niño,
cambiate el sombrero con el de al lao' que ese te está grande"
Bienvenido, Mr Marshall (JL Gª Berlanga)

Sancho, eran gigantes, te lo puedo jurar sobre lo más sagrado que nunca hayas tenido, que supongo será este pollino enjaezado que me despierta cada madrugada, será un gigante como lo hemos sido nosotros, renegándonos hasta la raíz de todas nuestras acciones individuales, de todas las consecuencias que nos persiguen, porque, Sancho, sábelo bien, nuestros destinos ya no son destinos sino novelas y podríamos sentarnos a leer, podríamos quedarnos a dormir una noche más, podríamos jugar con el filo de la navaja y engañarnos intentando engañar a otros sin saber que los otros ya nos conocen demasiado, que nosotros nos quedamos sin argumentos porque ya los hemos gastado todos luchando contra gigantes, y sí, son gigantes, y sí, hicimos bien en no rendirnos nunca, y sí, hicimos bien en magullarnos la espalda con cardenales, hicimos bien buscando vacaciones en los plásticos del mar, hicimos bien no casándonos nunca en Las vegas y follandonos a tías que habían pasado ya por la polla de media ciudad, hicimos bien reencontrandonos con mujeres a las que amábamos para seguirlas amando y amando a otras que no nos amarán nunca, y sí, hicimos bien en cada error y cada molino sin aspas sobre los montes castellanos esperando al viento, hicimos bien esperando al viento que nos llevará a algún sitio que no es aquí, siendo aquí todas partes, y todas partes serán ninguna en la que podamos estar quietos, somos esclavos indecentes de la huída, seguiremos huyendo allá donde queden gigantes y cuando los encontremos, si es que los encontramos, les preguntaremos cómo hacer para ser como ellos, porque es lo único que siempre quisimos y estuvimos tan cerca que ya no me acuerdo cómo eran los gigantes vistos desde lejos. z

lunes, 16 de enero de 2012

Un momento feliz

Este de arriba solía ser yo. La foto es de hace un par de años. Está tomada en un sitio que me hacía muy feliz, Micro Abierto Salamanca, y el retrato se lo debo a un tipo con el que también viví momentos felices, Vicente de la Calle. Aquí teneis enlaces a ambos, para que podais disfrutar y compartir el arte como yo lo he vivido.
  Blog Micro Abierto Salamanca
  Blog Vicente de la Calle: Anhedonía

Ab trascendentia

El ser humano necesita los espejos para ser humano. Los necesita porque le otorgan la consciencia, el conocimiento de su conocimiento. Lo colocan en el mundo, en el mundo frente a sí mismo y frente a los demás, es por eso que una de las primeras acciones mecánicas, inconscientes, casi intuitivas cada mañana es mirarnos al espejo. Situados en el mundo podemos seguir adelante con el desayuno.

Nos llenamos los lunes de cafés de desayuno, y qué le vamos a hacer, dónde está la plenitud. Una vez caminé descalzo por losas de piedra llovidas pensando en trascenderme, en demostrarme a mí mismo que no me importaba ser el hombre que critica gratuitamente, el niñato inmaduro de los domingos con resaca y las palabras soeces, que podía llegar a alguna inmortalidad del día a día de una forma tan simple. Pero, la plenitud, dónde está la plenitud. Dónde está la idea que nos llena, sólo están los vacíos como océanos que colmamos a base de tragos, pensando que cada segundo de felicidad es válido. Una mujer, una tarde, una esquina de una ciudad.

Envidio, por qué no decirlo, envidio aquella gente que se completa con una sola idea (Dios, Dinero, Amor). Ellos sitúan la balanza del bien y el mal en el equilibrio necesario para que los mayas no nos lleven a sus profecías de destrucción. Envidio a esos monjes budistas o benedictinos en los días en que la suma de pequeños tragos no alcanza para un vaso. Y qué si es la niebla, el ciprés de Silos, y qué si es el sol de Diciembre. Desde esta cocina sólo se ve el sol por la mañana. ¿Es el sol una sola idea que nos trasciende? ¿Es el ciprés de Silos el camino?

En el momento en que nos roban los espejos y las sillas nos entregan la trascendencia. Qué pena no pasar toda la vida de pie con sandalias en inviernos habitando conventos abulenses sin volverme a ver la cara hasta los 80 años. Tendremos que seguir llenandonos con cafés de desayuno y tardes al sol, quién sabe, puede que nos trascendamos en el momento menos pensado, una de esas mañanas en las que salimos de casa lo suficientemente dormidos para no darnos cuenta de mirarnos al espejo.


lunes, 9 de enero de 2012

El hombre, el mito (VII)

[...]Qué días, esos de la pena. Qué días, me decías, como si de todos los demás días, puestos en una montaña, en algún otro lugar, nos separasen ya abismos. Yo decía: qué días, esos de la gloria, los que fueron días porque alguien nos amaba o nosotros lo necesitábamos. [...]

sábado, 7 de enero de 2012

Cuarto trasero de Reyes


Nota previa: surgido al calor de un relato verídico de Víctor Balcells, cuyo enlace teneis aquí Puede resultar largo y aburrido, pero me ha gustado escribirlo, hacía dos años que no me esforzaba de verdad.Leer mientras se escuha esta canción: 


6 de Enero 2015. 22.58h

Avanzo entre restos de Reyes. Las cajas de colores se amontonan en las calles, impidiendo el paso de vehículos. Plásticos rígidos y transparentes como ventanas a un mundo oscuro de cartón desnudo, marrón, sin la tersura y dibujos que se ofrecen en el envoltorio exterior. Prostíbulos infantiles, de algún modo. Vacíos, ya no tienen juguetes, sin juguetes para siempre, juguetes que ahora pueblan los vertederos hasta que nos han poblado los vertederos a nosotros. Los vertederos fueron la respuesta a ciudades dormitorio que crecían de forma centrífuga. Los vertederos nos invadieron.

7 de Julio 2014. 15.37h

Llegué cinco meses antes al Baix Llobregat en una misión médica especial. Gracias a una profecía, en 2012 nos enteramos de un posible aumento de las enfermedades raras en la zona. La profecía la realizó la gran Rosanna en una audiencia privada con el President. El President, hombre versado en artes oscuras, había sustituído algunos Consellers por eminentes astrólogos de madrugada televisiva. La Generalitat, al borde de la quiebra acuciada por las deudas, nos propuso a un pequeño grupo científico-técnico el análisis de la zona y la búsqueda de soluciones al problema.

En un coche de lunas tintadas con el objetivo de camuflarnos entre los pobladores, recorrimos todas las carreteras entre Castelldefels y Olesa de Montserrat. Puerta por puerta hicimos encuestas. Entramos a escondidas en centros de salud y hospitales. Indagamos en tertulias de bares. En círculos de barrio. Asociaciones de vecinos y grupos de teatro amateur. Allí no pasaba nada, al menos nada que tuviese que ver con enfermedades raras.

Así que cuando llegamos no existía el problema, y ese fue nuestro problema. No existe el problema, dijo una voz. Lo sabemos, dijo otra voz, pero eso es problemático. ¿Quién de entre nosotros podía decirle al President, regidor de nuestros destinos, que su astróloga se había equivocado por completo? Primero nos jugamos a suertes quién sería el portavoz de esa fatídica entrevista. Luego decidimos que no podíamos hacer esto. Los tres meses de carretera nos habían unido igual que astronautas en una cápsula de camino a Marte, sabiendo que nunca regresarán a sus casas. Por ello nos habíamos dividido en parejas.

9 de Septiembre 2014. 04:56h

El piso franco está en silencio. Hemos follado hasta quedar exhaustos. No hay agua corriente, huele mal. No debimos haber follado. Odio este silencio, pero a ti no te odio. Quizá te empiezo a odiar. Quizá no nos hemos quedado exhaustos sino dormidos. Quizá no fue buena idea dividirnos en parejas. Quizá pude haber elegido mejor. Quizá este silencio me incomoda. Quizá no son horas para pensar. Quizá he debido quererte, o dejar de hacerlo. El sofá cama está vacío, seguimos estando solos. Dónde están los demás. Por qué hace tanto frío. Pero espera, respira, déjame calmarme, vuelvo a escucharte dormir. Suenan gotas en el grifo. Hay agua corriente, huele menos mal. Sigue siendo verano. Odio este silencio, pero a ti te odio menos.

21 de Julio 2014. 11.23h

Acabamos de salir de la audiencia con el President. Sus ojos brillaban. Rosanna se sentaba a su lado, el pelo rubio platino y los labios tatuados para nunca pintarselos. Sonrisa de satisfacción, seguramente estuviera húmeda. Habíamos redactado un guión, y, en perfecto orden de intervención, le relatamos al President cómo Rosanna había acertado de pleno y en el Baix Llobregat los niños se retorcían de melancolomas, tumores de ideal tristeza que no les permitían disfrutar de la estival luz del sol. Una enfermedad inventada, pero rara, sin duda. ¿Y qué podemos hacer? preguntó el acongojado President sin hacer ninguna clase de mención a intervenir sobre la causa, evitandonos más mentiras. Complejos polivitamínicos en sus juguetes, respondimos. De este modo tenemos 6 meses para actuar y evitaremos alarmas sociales, pues como comprenderá, Mosén President, esto tiene que quedar dentro de la más estricta confidencialidad. La puerta del despacho se cierra detrás de nosotros. Sillas por el suelo, sexo tántrico al calor del Zodíaco. Ganamos todos.

13 de Octubre 2014 13.58h

Visitamos la Fábrica de Juguetes. Tiene máquinas que hacen ruidos de máquinas y personas que hacen ruidos de máquinas. Hay juguetes que hacen ruidos de personas. La Fábrica de Juguetes la dominan los asalariados. Todos ellos usan el mínimo interprofesional. Llevan pan a sus casas, y desde el próximo día de Reyes, complejos vitamínicos a todos los niños del Baix Llobregat. Es posible que haya errores de cálculo y los juguetes vitaminizados se esparzan por más zonas. No hay peligro, los niños crecerán altos, fuertes, robustos. Los hombres del siglo XXI, los que harán una Tercera y Cuarta Guerra Mundial. Hay un dulce olor a vitaminas en el aire, ojalá tuviera hijos para que recibieran uno de estos juguetes. Los plásticos son brillantes, las cajas llaman poderosamente la atención. Cómo van a disfrutar. Se hará buen márquetin. Romperemos techos de venta. La economía y la salud de una nación recuperadas gracias a una astróloga farsante y a unos embusteros. Esta noche me haré la paja con la izquierda.

20 de Noviembre 2014 16.11h

Vemos telediarios para pasar el rato. La Generalitat nos mantiene con una pensión en estos meses. Hasta conocerse el éxito de nuestra misión, debemos permanecer ocultos. Nuestros parientes tienen noticias de una misión humanitaria en Malabo, eso les hace felices. Nosotros ya dejamos crecer nuestras barbas y vemos telediarios para pasar el rato. Hace más frío en este piso de San Vicenç según va pasando el otoño. Ya hemos follado todos con todos. Ya no tenemos nada que hacer, si al menos supiéramos que vamos a llegar a Marte los días parecerían más ingrávidos. Vemos telediarios esperando el del mediodía de Reyes. En ese las cámaras nos mostrarán a niños sanos, lozanos, llenos de vida, como ya sabemos que lo están ahora. Las cámaras mostrarán felicidad, ¿no es eso lo que querían? Prevendremos los terremotos y las hordas no tendrán que tomar las calles. Precios módicos para los juguetes. Superior a 30 euros, no incluye pilas. Canciones infantiles con voces infantiles en los anuncios que se intercalan entre las series de dibujos animados infantiles. Éxito garantizado.

9 de Diciembre 2014 15.40

Se termina el puente. No hemos visto la nieve ni la luz del Sol. Hemos discutido. Discutido sobre por qué mentimos aquel día. Discutido sobre por qué escuchamos a una astróloga. Discutido sobre por qué nos vendimos. Discutido sobre las parejas que hicimos, y luego rompimos y luego mezclamos. Discutido sobre todo lo que era pasado y no se podía arreglar. No estamos enfadados, no tenemos fuerzas para estarlo. Necesitamos algo que nos recupere, y ya ni el sexo ni los telediarios lo consiguen.


9 de Diciembre 2014 0.15h

La folie à quatre de esta noche no ha satisfecho a nadie. Nos hemos ido al sofá, a la cocina, al baño y a una habitación, respectivamente. En el baño había un complejo vitamínico de los que tomamos como muestra el día de la Fábrica. Una voz ha dicho que se lo iba a tomar. Voy a tomármelo, así dijo la voz. Luego, la masacre. Yo escuché ruido desde el salón. Es la guerra. Un ente amorfo y azul donde antes hubo una persona. Hemos tenido que matarlo.

Las vitaminas no funcionan, las vitaminas provocarán las enfermedades raras en el Baix Llobregat. Rosanna ha acertado. Su profecía se ha cumplido gracias a nosotros. Nos ha usado, nos conocía, sabía lo que ibamos a hacer. Rosanna usa al President. Rosanna gobierna en la sombra. Derrotados, ¿quién nos creerá? ¿Qué podemos hacer, salvo evitar la inevitable toma de vitaminas? Nos encerramos en el piso. En el lado bueno, ahora tengo dos mujeres para mí. Ese es también el lado malo.

25 de Diciembre 2014 21.02h

El Telediario abre con el éxito de la venta de juguetes de una Fábrica de Juguetes concreta en Sant Just Desvern. Hablan de la calidad del producto, el excelente servicio de márquetin, la genial acogida del público, la felicidad en las casas y en el gobierno. Es el indicativo de nuestro fracaso más absoluto, de la hecatombe cercana a una fiesta de muertos vivientes.

Me he echado a llorar. Ellas ya no se acercan a mí desde la semana pasada porque no quiero ver nada ni nadie, las amenazo con tomarme las vitaminas si me tocan. No quiero saber, no quiero pensar en todos los niños azules que van a vagar por las calles dentro de dos semanas. No quiero saber nada de cementerios ni vertederos ni burdeles ni cartones, aunque sólo sean de tabaco.

1 de Enero 2015 12.34h

¿Qué hacer? ¿Qué hacer? ¿Qué hacer? ¿Qué hacer? Descartadas las escopetas, la resistencia pasiva, las acampadas en las tiendas, los encadenamientos en las farolas, el vocerío en periódicos y radios locales, las protestas en páginas web. No hay nada que hacer, no hay nada que hacer, no hay nada que hacer, no hay nada que hacer. Lo repito como un mantra durante los siguientes cinco días. Mis compañeras han abandonado ya el piso y han vuelto con sus familias para celebrar el Año Nuevo. Han dicho que contarán que volvieron porque en Malabo hacía frío a pesar de estar en el Trópico, y que se mudarán antes de que los niños nos invadan. Me han dejado un Christmas de Unicef y buenos deseos para el año que empieza. No me guardan rencor. Ojalá les vaya bien puedan mudarse.

6 de Enero 2015 22.55h

Ya los oigo desde el salón. Madrugaron. Abrieron las cajas que en la Fábrica vi cerradas. En cada piso de cada edificio había al menos uno. De Collbató a Gavà. Miles, quizá millones de niños. Se transformaron de una forma convulsa, violenta, casi epiléptica, al contacto con los juguetes. Los padres no quisieron ver a sus hijos. Salieron a las calles, llenaron los contenedores de juguetes y envoltorios. Verde, amarillo, azul. Hemos vencido al reciclaje, dirán cuando no quepa más basura organizada y entonces haya que desparramar los residuos por las calles.

Primero fue el campo. Luego vinieron las urbanizaciones. Luego los vertederos de residuos sólidos urbanos. Crecimos hacia afuera hasta alcanzar el límite de las ciudades, y ahora lo de fuera crece hacia adentro. Las cajas de juguetes y los niños mutantes nos invaden despacio. Tras el Baix Llobregat caerá la Zona Franca. Cornellà. Luego la ciudad retrocederá sobre sí misma y me volverán a interesar los telediarios. No levanto las persianas para que no entre luz ni gritos.

En la televisión es ahora el antiguo President el que posa al lado de Rosanna, que ostenta el Título de Sibila Mayor del Reino y anuncia a todo aquel que quiera oírla que, del mismo modo que ella predijo la catástrofe, ella tiene la solución. Habla de un equipo científico que lleva trabajando meses en la zona. Salen sus fotos en la televisión y no somos nosotros, son los vecinos de enfrente.

Decidido, bajo a la calle con un bote de polivitaminas en la mano. Avanzo entre restos de Reyes. Las cajas de colores se amontonan en las calles, impidiendo el paso de vehículos. La culpa es toda nuestra. Nosotros dejamos que las Sibilas y las mentiras nos gobernasen. Nosotros construimos todos los restos que ahora nos invaden desde los vertederos hacia dentro. Nosotros hicimos a esos niños que ahora repudiamos. Ahora que ya no podemos hacer nada, me tomaré esas vitaminas y seré como ellos.

jueves, 5 de enero de 2012

Queridos Reyes Magos

Queridos Reyes Magos.

Yo, como decía Quique González, lo que quería era seguir soñando. Bueno, eso es una mentira. Yo quería el disco de Manel, unas mallas para seguir corriendo en invierno y una chica, pero esa película es otra. Sin embargo, habida cuenta de mis más que escasos méritos a lo largo de estos 365 días desde que el año pasado me escapé a Lisboa sin veros, creo que tendré que cambiar la actitud y el contenido de esta misiva.

Quiero pediros un buen año. Sé que es egoísta, completamente egoísta, lo reconozco. Pero quiero un buen año en este 2012 que tan bien me suena. Me suena a que terminaré con una carrera que más que una carrera se ha convertido en un reto. Podré decirle adiós a las aulas de Medicina, y eso os lo pido más que nada en el mundo. Pongamos una buena guinda en forma de viaje a Cuba y graduación apoteósica a la vez que emocionante.

Quiero pediros tiempo para viajar. Sí, me voy a Cuba, pero eso no es un viaje. Quiero uno de esos de conocer y conocerte. Aunque no sea lejos, aunque sea en autobuses de tercera y por carreteras secundarias, esos viajes también me gustan. Pero es que tengo un capricho: quiero cruzar el desierto, sea cual sea. ¿Me lo concedereis, Reyes Magos?

Me he pensando mejor esto último y voy a mejorarlo. Viajar está bien, pero quiero pediros tiempo, así en general. Disculpadme si parezco espeso: estoy de resaca. Esa parte encaja mejor con los propósitos de Año Nuevo que con esta carta, pero lo menciono también por si sirve de atenuante.

Recapitulando, os solicito amablemente un buen año, cargado de revoluciones y finales de carrera, tiempo, viajes y un desierto. Si veis que os ocupa mucho y no os cabe en un camello, me conformo con un balón de reglamento encima del que pueda pintar un mapamundi y una Moleskine nueva.

Besos y abrazos. La leche y el whisky están donde siempre.

Recibid un cordial abrazo de vuestro amigo, que lo es

V. Prieto

miércoles, 4 de enero de 2012

Hablemos de lo importante

Cuando esos pollos imberbes te lleguen a la suela de los zapatos, cuando hayan conseguido todo y lo tiren por la borda en el sublime afán de llegar aún más lejos, cuando conviertan sus pecados en santuarios y todas sus caídas los eleven al Olimpo, entonces dejaremos de hablar de ti. Pero mientras tanto te seguiremos viendo desde el guardarraíl arañar cada décima de segundo sobre los pianos, masticar el asfalto para que nadie te coma el terreno, cerrar puertas y abrir ventanas, triunfar entre los árboles y en el cielo, rojo, siempre rojo, siempre rojo y plateado. Felices 42 tacos, Schumi.


martes, 3 de enero de 2012

Donde todo empieza


Hay un sitio pequeño donde empezó todo, porque todos los incendios forestales saltan de una sola chispa. Hay una pared que vosotros no conoceis, y aunque algunos hayais pasado por allí, dudo que os hayais fijado. Una frase que no tiene sentido, como tantas otras que se dicen, se oyen y se escriben. Una noche fría, como muchas otras que ya sabeis de memoria. Las noches se palpan, se beben, se viven. Yo tenía un bote de pintura y unos cuantos años menos, yo tenía una idea como muchas otras que he tenido, salvo que cuando me vienen las ideas nunca suelo tener un bote de pintura. Vaya. Aquella vez sí coincidió todo.

Cada vez que escribais la dirección url de este blog  (o sea, lo que va detrás del http:// ) pensad en un sitio muy pequeño, donde todo empieza, empiezan los años como este 2012, aunque ya no saltemos sobre las hogueras sino las hogueras sobre nosotros.

Feliz 2012, todo sea dicho. Ah, y Arriba Videmala Libre.

lunes, 2 de enero de 2012

Boomerang

Esto que hago es ilegal, será la primera y última vez. Debería aparecer alguien para detenerme por crueldad animal para con nosotros. No tendría que escribir estos disparos al aire, podríamos sangrar. Este boomerang que lanzo me va a golpear en la cabeza, empezaré a correr para que no me pille. Te buscarás, me digo. Qué curioso, yo también te busco. No en las calles, no en los libros, no en las canciones. Te busco cuando vomito de noche, en las pastillas que me perforan el estómago, en los nervios sobre la taza del váter y los escalofríos húmedos en la cama. No estás, qué ausencia más extraña la tuya. Sé que no perderé kilos esperandote sino corriendo, y te prometo que voy a correr, porque esa promesa no nos corresponde a ninguno de los dos. Correré sin buscarte para ver si te encuentro. Por la ventana veo vídeos de ciudades a las que me quiero escapar aunque esté nevando y el asiento del copiloto sea para sujetar los discos y las botellas y las colillas y los pañuelos de papel. Nunca me encontraré con una pared de niebla como la que cruzamos, así que seguramente vaya al mar. Allí habrá palmeras que se doblen como mentiras, arena que se deshaga como minutos de hielo al sol, suena buena música y nosotros, que nunca nos hemos bañado juntos en el mar, sentados en la barra de un bar. No sé si te sucede, pero de un tiempo a esta parte sucede que me sueño y duermo peor, que me has estrellado la espalda y ya sólo puedo quedarme boca abajo ahogandome con la almohada. Voy a detener esta bola contando hasta mil, porque el boomerang está a punto de golpearme por detrás, justo en el estómago. ¿Ves? Ya ha llegado, y yo, yo me voy.