lunes, 9 de junio de 2008

Una del oeste

Hace tiempo que no escribo un pastelón. Así que hoy, a joderse.

"- Lo odio, en serio. Odio esa estúpida obsesión que hay en el mundo con el amor.
- ¿Qué?- no pudo evitar reirse con la cucharada de helado de nata en la boca, salpicando un poco.- Vamos, no me jodas que vas a ser otro despechado- y canturreó- es una mala mujeeer y yo un hombre...deeeespechado, jajaja.
- Va, tío, no me tomes el pelo, te lo decía en serio. Es una estúpida obsesión.
- ¿Por qué?
- Pues porque el amor no deja de ser otra emoción más, algo pasajero. Se va y, ¡zas! te estás preguntando qué viene después.
- Creo que lo banalizas.
- No, para nada. No lo banalizo yo. Yo le doy un poco de aire para que baje a la tierra.
- Entonces, ¿quién lo banaliza?
- Lo banalizan las novelas rosas. Las películas que empalagan. El chico-conoce-chica. Las canciones que dicen que nos sobra el amor. Las revistas que venden la felicidad envasada de parejas, las series de televisión que juegan con imanes que se alejan y se atraen.
- Vale, de acuerdo, ¿y qué? A la gente eso le gusta- Humm, no le gustaba nada, el helado estaba empezando a derretirse con el sol del cuarenta de mayo.
- Sí, le gusta. Pero es que eso no es razón de peso para que le den esa importancia suprema. ¿Quieres sentir algo especial? ¿Quieres sentir mariposas en el estómago? Está a tu alcance.
- Vamos, seguro...
- Por supuesto. Tírate en paracaídas. Métete setas de la risa, o un trippie. Corre una maratón. Disfruta un partido de fútbol, desde dentro o desde fuera. Que ascienda tu equipo. Gasta una noche de fiesta con tus amigos de verdad. Vete a 215 en una Yamaha por la autovía de Toro, de pasajero. Págate una puta. Tendrás tus mariposas en el estómago, y una emoción que recordarás mucho tiempo; ¿dónde ves la diferencia?
- Sigo sin verle el parecido. No creo ese amor que sea parecido a nada más.
- Ah, ¿no? Pues rómpete un tobillo al posarte con el paracaídas. Sufre una sobredosis. Un calambrazo que acarree rotura muscular en el kilómetro 39. Tírala a las nubes en el minuto 90 perdiendo de uno. Que descienda tu equipo. Pillate el coma etílico. Partete el casco y parte de la cara a 90 contra el guarda-rail. Raja el condón tirándote a la puta. Tendrás tu desamor, otra emoción que te joderá física y psicológicamente, y que también recordarás.
- Bah, no me lo puedo creer. Algo tendrá que tener el amor que lo diferencia del resto de emociones fuertes de las que me hablas.
- ¡No! Es solo una más…
- ¿Y dónde queda el que te abracen, que te besen, que te quieran?
- En la cuneta, en cualquier tarde que estés solo de verdad. Y como no fumas ni bebes, no tienes nada a lo que agarrarte. ¿Dios? Dios no te saca de esta, amigo. Por eso el amor es una emoción igual de genial que cualquier otra. Te da ese buen rato, y se acaba. No digo que sea malo...sólo que es algo más.
- Bueno, entonces supongo que no te apuntas a pillarnos unas guiris por ahí esta noche…"

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