viernes, 28 de octubre de 2011

Escorpio

But, who needs time?
(Panic!at the disco)

Pensaba en ti pensando en las autovías, en cuando a las dos de la madrugada se vacían y nadie las mira, entonces ¿qué harán las autovías? Las hamburguesas olían en el asiento de atrás mientras se podrían despacio, así sucede con todo lo que se abandona en vez de ser tirado a la basura. Miro por la ventana pensando en otras (cosas) que son mucho más simples. Llueve, es otoño, todo funciona despacio. La ciudad funciona despacio, mi cabeza funciona despacio. El pescado se descongela despacio en el fregadero. ¿Qué hará el pescado, cuando nadie lo mira? Los trozos de hielo se van cayendo uno tras otro. Luego me siento junto a un amigo en el cuarto de baño. Su pierna sangra, con un trozo de carne arrancado, y yo limpio y curo la herida. Veo su cara retorcerse y le hablo de ti para ver si puedo encoger la cara de dolor igual que hace él. Él se marea de dolor y yo le envidio igual que las autovías a los caminos, porque cuando el agua cae los arrastra, los deshace, y eso los transforma, mientras que el asfalto permanece inalterable. La tarde sigue adelante, tú fumas Lucky y ya no vas a las bibliotecas, ¿cómo voy a encontrarte? Los bares, las calles, los parques públicos son demasiado pequeños para no vernos, sabía que después de verte en aquella esquina te besaría. Te besé y no fue en aquella esquina. Cerramos el círculo pero me odiaste por cerrar la boca, por esconder la lengua, por no ser quien esperabas que fuera. Yo elegí las fichas, el tablero, yo elegí el premio y el castigo, yo porque soy Escorpio, y los Escorpio somos así en las autovías y en las cocinas, rodamos entre la multitud, nos escondemos debajo de las piedras en el día a día y si el aguijón funciona, matamos, y si no funciona, nos lo clavaremos nosotros mismos en un pequeño anillo de fuego.

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