Está acabado, mañana lo entregaré, y después a soñar. Para el último trimestre de 2008
"Las casualidades existen hasta el mismo punto en que uno quiera que existen, y por eso existe siempre la posibilidad de que las letras estén equivocadas, de que la dirección se haya emborronado, de que se desdibuje el matasellos, y resulte una carta muerta más. Pero las casualidades existen hasta el mismo punto en que uno quiere que existan, y si uno quiere, puede ver como casualidad que empiece a llover y se caiga al suelo, y no pase de ser papel mojado y olvidado, y no sea una carta muerta más. Porque alguien la ve, de pronto, y la recoge del suelo. Y resucita, con el simple hecho de ser vista. Porque nuestros ojos no recogen reflejos del mundo, sino que nuestro área 17 lo interpreta y nos concede un mundo tan extraño como queramos que sea. Dos ojos que leen cientos de letras desordenadas, reflejo o interpretacion, de un alma. De alguien que afirma decimonónicamente, dibujando con un garabato sobre amarillo:
Nuestro amor es asintótico
por mucho que nos acercamos, jamás llegamos a encontrarnos
En este mundo ya no hay lugar para ese Bécquer, solo se pueden tirar las poesías al suelo, y que se las lleve el agua de Mayo. Y devuelva un verano de vicio.
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