jueves, 25 de diciembre de 2008

Duelo al sol

Él tenía un magnum de 9mm
y yo tenía una estilográfica Faber Castell
la última vez que nos encontramos.

Luego pasó mucho tiempo, y el tiempo
va acumulando los rencores
que se hacen bolas de nieve grandes
montaña abajo.

Después volvimos a vernos. Y
él dijo:
"Tengo una bala que lleva tu nombre".
Yo, yo me reí, y
le dije:
"Yo escribiré la bala que va a matarte".

Así que aquí estoy. Y, en cambio,
a él no le vereis
por ninguna parte.

2 comentarios:

robus dijo...

Las balas son las que matan de verdad.

Lo de que las palabras y las miradas es una sucia retórica de los ricos.

robus dijo...

Luchar es como tu dices, pero al lado de esa acepción, debería venir: "perder el tiempo".