domingo, 21 de diciembre de 2008

A tu salud, Hank

[ni le alcanzaré el talón, pero eran las 5:11 am. No pude resistirlo]

Se apaga la luz y
yo tengo aún
la cabeza dando vueltas;
sé que al dormirme
todo será sueño
y puede que olvide
pero puede que despierte
y me acordaré de todos
mis pasos hasta la cama
hasta el triunfo o la
derrota final
de la que nada sabe nadie,
ni siquiera yo.

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