domingo, 28 de diciembre de 2008
No hay tregua
Lo han dicho en el telediario, así que me lo creo. No hay tregua. Se matan más allá de un muro de hormigón de varios metros de alto. Dónde está ahora tu dios, dónde están ahora vuestros dioses.
La mitad de ese dios está detrás de cohetes de fabricación casera y piedras, y la otra mitad está debajo de una de las mejores fuerzas aéreas militares del mundo. Hay fuego sobre la franja de Gaza. Hay fuego en los despachos, donde hombres con corbata deciden los destinos mundiales. La ONU exige que paren. Yo me callo, y como, viendo la CNN en casa de mi abuela.
La historia, lo sé yo y lo saben otros muchos, es cíclica. Cayó The Wall, ahora cae Wall Street. Levantan hormigón, y tiran a la basura millones de dólares. La gente se sigue matando, y otros mientras tanto lo vemos detrás de la pantalla, o lo leemos en las crónicas de reporteros de guerra con casco atados a soldados. La historia es cíclica, y dicen que ésta ya es la Tercera Intifada.
La noche está para dormir excepto si eres palestino, creo. Entonces la noche está para pensar, mientras estás tumbado boca arriba en la cama, oyendo silbar misiles sobre tu tejado, preguntándote cuál será el próximo, el que te toque a ti.
Estás asustado. Tu vida va en ello, pero alguien debe tirar de gatillo.
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