martes, 24 de junio de 2008

Podemos

Desde que el mundo es mundo [es decir, hace un siglo y medio], el deporte rey es el fútbol. El fútbol, que mueve corazones, emociones, y millones. Mueve [y detiene] países; mi abuelo, que estuvo en el frente de Madrid, del lado nacional, me contó que en los ratos libres, se jugaban partidos de fútbol entre republicanos y nacionales, allá en el frente. Y luego echaban unos disparos al aire. Así que el fútbol está por encima incluso de guerras y políticos.
Y nuestro país está convulso por haber roto la barrera de los cuartos; esta vez sí, dicen los buenos que confían con fe ciega. Al fin y al cabo, la fe es masticar sin dientes, como dijo Jardiel Poncela. Cuatro, la cadena que retransmite esta Eurocopa 2008 en Austria y Suiza, se ha sacado de la manga un eslógan convertido en himno, que no podría ser más simple, y a la vez no podría ser más efectivo. Podemos.

Podemos se ha convertido en algo más que un himno, o un eslógan publicitario; se ha hecho un mantra. Como si nos hubiésemos convertido todos a la nueva religión, como si todos tuviésemos por primera vez en mucho tiempo y sin coacciones de por medio, la misma fe. Una sola voz. Podemos. Porque si algo maravilloso tenemos, es que somos capaces de extrapolar nuestras emociones. Y hemos pasado las emociones que nos aportan 90 minutos de 22 tíos tras un balón a nuestra vida real, la del día a día.

He visto escrito Podemos en las mesas de las bibliotecas. Lo he visto en papeles rotos, por el suelo. No tardaremos en ver algún graffiti. Mientras estudiamos en la residencia, nos decimos unos a otros en voz baja vamos, chavales, que podemos. Esta madrugada me han deseado tres veces suerte para el examen que probablemente suspenda con tres podemos de tres bocas diferentes. Podemos, en serio. Podemos, a modo de broma. Pero siempre la misma palabra. Dicha con algo de fuerza, con algo de aliento. Y la escuchas, y se te graba.

Me da lo mismo Cuatro. Me da lo mismo la Selección [hombre, ojalá que ganen] pero no me da lo mismo algo que ya es un fenómeno social. Un mantra, una oración. De este paganismo que nos inventamos en el siglo XXI, sin dioses pero con cielo. Porque, a fuerza de repetir una sola palabra, tan simple, tan estúpida, un verbo en presente y marcado en la primera persona del plural, a fuerza de tanta guerra, esto seguro de que sea lo que sea...podemos.

2 comentarios:

Mario Crespo dijo...

Si realmente supieramos que podemos, no haría falta ni decirlo. Es una loser-excusa, tipo "me daba el sol en los ojos". Es como esa gente que no tiene ni papa de inglés e intenta meter sus tecnicismos ingleses en su conversaciones y sus cool words en sus escritos. Luego es cuando te entra la risa.
Y hablando de ingles: Yes, We can.
Enhorabuena por el blog, tronco.

RubenBartolome dijo...

La campaña de Cuatro se ha encontrado con algo que ni siquiera ellos esperaban. La fiebre por la losser roja ha ayudado, pero la victoria de su slogan tiene su reivindicacion en el mundo universitario. Como lo tuvo el Chiki-chiki. Hay demasiadas horas muertas y aburridas en cafes, bibliotecas o clases como para ver la ida con un humor que a veces falta en el mundo laboral. El Chiki-chiki fue una broma entre estudiantes que acabaron defendiendola de las invasiones extranjeras. Podemos se ha encontrado con los examenes. Y ahi como bien dice mario si realmente supieramos que podemos, no haria falta decirlo, pero ha triunfado