jueves, 12 de junio de 2008

Los conserjes de noche

Para las noches de cultura en junio.

I've seen your flag in the Marble Arch
Love is not a victory march,
it's a cold and it's a broken hallellujah
(R. Wainwright)

I. Nadie envejeció como Bette Davis, pienso mientras leo en Fotogramas que este año cumpliría los 100 si siguiese viva. No, nadie envejeció como ella. Porque ella,
como todo lo que hizo en su vida, lo hizo sin manipularlo, y bien. La Davis dejó que sus dos gemas, que cuando tenía 20 años resaltaban sobre sus mejillas, se fueran enclaustrando debajo de los surcos y arrugas que los años fueron dejando encima de ella. Y por eso seguía siendo la más bella. Porque asumió lo que es la vida, y lo que la vida hace con cada uno de nosotros. Supo envejecer, supo encontrar la honra de la edad de la que ahora todos reniegan gracias a la toxina botulínica y al bisturí. Nip, tuck. ¿Eso es bello? Eso es basura.
Bella era Bette Davis, y por eso no volverá a haber nadie así.

II. Raúl, uno de los porteros de noche de mi residencia, me cae bien. Se corresponde al tópico que siempre existe alrededor de las personas con profesión nocturna (no alevosa). Eso de que al final, lo único que buscan es un rato de conversación. Por eso, cuando vuelvo en condiciones decentes, me suelo quedar un rato [longitud variable] hablando con él. Solemos empezar por el baloncesto. Yo, Zamarat; él, Avenida. Acabamos donde dios nos da a entender. Música, deportes, coches, bares, la vida. El día que hablemos de mujeres, me pensaré seriamente el empezar a trabajar por las noches.

III. Cuando Houdini hacía cine, era en ese blanco y negro mudo que da tanto miedo. Quizá porque el propio Houdini en sí daba bastante miedo. El documental del Canal de Historia sobre él acababa con unas macabras imágenes (mudas, blanco y negro) de su funeral por las calles de Chicago. Un coche fúnebre tirado por caballos, miles de personas en las aceras. El escapista se ha escapado por fin de una prisión mundana, y donde vaya no tendrá cadenas. Dicen que Houdini revolucionó el mundo, en general. Yo, personalmente me quedo con Nosferatu.

IV. Fumar es genial. ¿Qué sería de una novela negra sin un detective blanco encendiendo un cigarrillo a contraluz? ¿Qué sería de una imagen sesentera sin una chica semidesnuda sentada en el alféizar de la ventana fumando rubio? ¿Habría pósters de Audrey Hepburn sin su boquilla? ¿Qué haría el bueno del Che sin un habano? [nota mental: curioso doble sentido] ¿Sabina tendría su misma voz sin Ducados? Traigan un Montecristo para el Conde. Nena, liemos uno y compartamos el filtro. ¿Tienes fuego? [nunca intenten, amados lectores la respuesta: "¿no te vale con el de mis ojos?"] Pásame un fito, por favor. Oh, Fito sin un ídem en su clavijero no podría dar un concierto como dios manda. Fumar es genial, y sin embargo no fumo. Nunca podré hacer una novela negra.
Ni siquiera sumando a Bette Davis con Houdini mientras se lo montan, encienden un fito a medias al terminar, y le dejan propina y dos minutos de conversación al conserje del hostal cuando se van.

1 comentario:

Paz dijo...

que vivan los cigarros fotografiados, con el humo fotografiado... y que vivan sobre todo en blanco y negro, como Bette Davis.

¿Sabes que tengo una caja (que uso como joyero pero sssh es un secreto, aunque nada más guarda cucharas retorcidas y signos de la paz) con escenas de Bette Davis en Eva al desnudo?

Pues ya lo sabes.