Volver a los lugares que ya hemos pisado. Rostros lejanos y conocidos, contraídos por la edad. Carreteras que trashuman de norte a sur. Dos en el coche y tabaco.Y antes de eso, una semana ardiendo, ahorcado por corbatas de colores y con estrecheces en la aorta. Todos los focos apuntando a los ojos, qué difícil no perderse. La soledad es un hecho siempre relativo. Porque ya lo cantó el Boss, nena, nacimos para correr.
No hay comentarios:
Publicar un comentario