Está lloviendo al ritmo de "Así habló Zarathustra", he apagado las luces del salón y la televisión para que veamos estallar la catedral y escuchemos esta sinfonía contra el alféizar. Te abrazo por detrás, te muerdo un poco el cuello que te esfuerzas por mantener sin asomo de imperfecciones y te recuerdo entre dientes tu pueril miedo a las tormentas, por lo que te revuelves y me encaras muy seria, pero aún sin soltarte. Yo me he callado y te miro, lo poco que puedo verte, en la oscuridad del salón, contra el amarillo de la noche y la iluminación monumental de la ciudad, veo tu silueta y vuelvo a tener diez años, a escuchar a papá poniendo "Así habló Zarathustra" en el equipo de sonido del salón mientras me explica a todo volumen, que es como debe oirse, la secuencia de apertura de 2001, Odisea Espacial de Kubrick. Pienso en Kubrick, te suelto y me pongo a dirigir con las manos la lluvia.
A estas alturas me tomas por un completo gilipollas, pero no te puedes imaginar lo que me gustan las tormentas cuando las agarro entre los brazos.
1 comentario:
No la sueltes!!!
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