sábado, 10 de abril de 2010

Lo llaman Pop, nena.




I read the news today, oh boy,
about a lucky man who made the grade
and though the new was rather sad
well, i just had to laugh.
(The Beatles. A day in the life)

Hubo alguna vez ganas de coger el bajo hacia la derecha, porque no soy zurdo ni sé tocar el bajo, sólo sé que hubo alguna vez ganas, como las hubo de ir a ver a la Reina Madre fumando mopa, de ser Sir y de jugar con el gurú Maharishi a las invenciones salvajes de flequillo, flequillo y melena con contorsionistas movimientos de cuello, gargantas destrozadas y noches en blanco de juventud desterrada tras la edad de oro de la fría posguerra atómica, mientras papá y mamá quisieran vinilos de Elvis y un trabajo estable, hubo ganas de escapar a la gran ciudad desde Merseyside donde Bill Shankly reinaba vestido de rojo para mayor gloria y orgullo de The Kop, The Cavern, Hamburgo, lugares comunes a una era que terminaba de detenerse para arrancar echando a correr cuesta abajo en alguna clase de recorrido espiral, tocando todos los palos que nadie más hubiera imaginado. Dibujos de colores, sinsentidos en un tocadiscos del revés, la novedad por la que ahora todos se pegan, el mismo Kurt Cobain reconocería al genio dentro de una botella, y le dijo a Courtney Love: lo llaman Pop, nena, pero de eso ya en aquel entonces hacía 25 años, y ahora, otros 15 después, qué hacemos tú y yo preguntándonos por la clave del éxito, yo sólo te podría decir que i wanna hold your hand, que Eleanor Rigby murió pese a todo, y fue enterrada en la iglesia, junto con su nombre, si no me dejas quitarte el flequillo (flequillo, flequillo, groupies, gargantas desgarradas) de la cara, cómo pretendes venirte a dar una vuelta por Strawberry Fields; John, Paul, George, Ringo, qué injusto siempre todo para los que quedan atrás, for those who passed away, qué fue de las voces que os escucharon, qué fue de las azoteas y los elepés a 33 revolucionesporminuto, qué fue de los supuestos sueños de capitalismo hippie, del Londres en rojo y negro para recortar y pegar, papá y su guitarra y sus casi veinte años y sus dedicatorias para mamá firmando como el quinto Beatle, y sus uñas largas para las cuerdas, para tabaco de liar, incluso para cachimba de madera. Qué nos queda hoy, salvo cassettes naranjas y grises de grandes éxitos. Qué nos queda hoy, salvo papá con muchos años más y los recuerdos en mi iPod.


[Hoy, 10 de abril, hace 40 años, un comunicado de Paul McCartney ponía fin a la aventura musical que significaron durante toda la década de los 60's The Beatles.]

1 comentario:

MANUEL IGLESIAS dijo...

¡40 años! La memoria historica verdadera. ¿Qué hemos hecho con nuestra vida? Nena, lo llaman nostálgia. Somos viejos, como esa música, como esos mitos, como esos sueños. Me alegro que lleguen otros, que la cosa continue. 1970; éramos pura inocencia a 33 r.p.m "Imagina que no hay paises/No es tan dificil/Nada por lo que morir o matar/Y tampoco religiones." J.L.....Tambien estaban Sandie Shaw, Peter and Gordon,Salomé y todo quedo... tranqui... pop
Enhorabuena, un abrazo