jueves, 19 de noviembre de 2009

Erecciones Anticipadas

De mi no tan lejana adolescencia recuerdo con cierta tristeza los domingos de invierno sin motos en la televisión, sin ese zumbido como de moscas dando vueltas, que provocaban en la mesa familiar un agradable sopor, una falta de conversación para nada preocupante. Los domingos sin motos eran algo deprimente, por la simple razón de que en lugar de ver manchas de colores volar sobre el asfalto nos tocaba ver a señores con chaqueta y cara de circunstancias dando malas noticias. Y yo era joven e inexperto. Y mi padre se encendía.
- ¡Esto se viene abajo!
Y yo ajeno a la crisis que ni el cantante con voz de flauta de Supertramp pudo detener, dejaba escapar la mirada por la ventana y pensaba en Pelé y sus anuncios después de dejar el fútbol, aquello sí que fue venirse abajo.. Mi padre, el pobre, nunca pudo dejar de lado el trabajo pegado al color del dinero, a las páginas amarillas de los periódicos, y yo nunca pude dejar el humor negro, los chistes verdes y las manifestaciones de rojos. Pese al arcoiris, nadie gay en mi familia. Y mi padre me miraba:
- ¿Y es gente como tú la que tiene que levantarlo? Vamos de cojones...
Claro que vamos de cojones, repetía yo mentalmente, vamos de cojones porque a mí la vicepresidenta me dejaba bastante frío, como mucho las chicas del telediario de la Sexta eran las únicas que podían hacer algo al respecto. Luego llegó el tiempo en el que el país se hundió de verdad, se me acabó la adolescencia al mismo tiempo que a mi padre la paciencia, y la cola con la que empecé a familiarizarme con menos cariño aún fue la de las oficinas del Inem.

Encontré a mi chica, pero no al empleo, justo cuando empezaron a florecer los brotes verdes entre la oposición, y las críticas se hicieron divertidas, yo ya empezaba a entender los telediarios y dejar de lado a las presentadoras. Mi chica y el gobierno descubrieron que había un problema fonéticamente parecido, el de las erecciones anticipadas. Ambos compartían la misma ambición, tan sucia y deshonesta como cualquier otra en la vida: mantener durante más tiempo la situación de poder y control que les permitiera obtener un beneficio de carácter personal a cambio de no ofrecer prácticamente nada. La población en general, y yo en particular, nos poníamos paulatinamente más nerviosos viendo que nuestros dictadores no atinaban con el golpe de timón exacto para devolver esta nave a su rumbo. Tanto peor cuando a nuestro alrededor Europa crecía como la espuma, y los del 3º A y 3º C dejaban resonar sus cabeceros con ironía contra los tabiques de papel de mi piso de 47 metros cuadrados en los que convivíamos mi novia, mis excrementos, panfletos electorales y lo poco que quedaba de mi dignidad. Mi padre, allá donde quiera que traficase relojes se estaría partiendo el culo de lo que su país y su hijo pudieron haber sido y nunca fueron.

La solución casi llegó aquel domingo en que todo mundo estaba pendiente de la televisión, y el adolescente que yo llevaba dentro pasaba del asunto, porque era invierno y no había motos, porque yo no fumaba y ella sí, y además de ese defecto era afiliada al partido minoritario que aspiraba a dar la sorpresa, por lo que ella salió al balcón sin haber ganado nada, sólo por vicio. Nadie la pedía a gritos allá abajo, al contrario que en mi televisión. En mi televisión al nuevo presidente electo se hallaba erecto mientras anunciaba la serie de mejoras respecto al pasado, mientras reflejaba el triunfo en los ojos. Mi chica era el espejo de ese triunfo, y yo seguía estando donde estamos todos los que siempre hemos estado en la parte de abajo, los que siempre hemos perdido incluso cuando nos elegían en el colegio para jugar al fútbol, los que no podemos encontrar un trabajo ni costearnos un tratamiento contra la eyaculación precoz porque cada nuevo mandato alguien prefiere subvencionarse a sí mismo que arreglar este sistema sanitario de mierda.

2 comentarios:

kevin dijo...

Yo imagine que con el tiempo se me iba a quitar el problema que yo tenia de eyaculacion precoz pero no mi doctor me explico y desde ahí entendi el doc me dio priligy grasias a el todo el problema de eyaculacion precoz desaparecio

kevin dijo...

Si en algo les puede ayudar mi comentario la verdad es que yo si recomiendo priligy porque es muy bueno te quita la eyaculación precoz por completo