domingo, 8 de noviembre de 2009
"Como ya adelantó Derteano..."
Nació para ese puesto. Ni te lo imaginas, colega, ni me lo imaginaba yo tampoco las primeras veces que hablaba con él. Nació para Tiburón del área. Y ahí lo tienes.
La verdad. ¿Quieres la verdad en serio? La primera verdad que me viene a la cabeza es que ha perdido mucho desde que lo vi por primera vez. Ahora está más desgastado. Con algún kilo de más, con alguna arruga más, con algún grano menos. Ya no tiene esa coraza que le vi, esa respuesta al primer toque de control orientado y a la escuadra. Quizá ni siquiera tiene su gancho con las quinceañeras.
Pero claro, si te dijera esa verdad al primero que me estaría engañando es a mí. Porque el Tiburón no ha cambiado tanto. El fallo mío es que en aquel entonces no lo conocía. Y ahora sí. O eso creo yo.
Ha sido un acercamiento progresivo. Llamalo circunstancial, tan circunstancial como que él ha estado ahí en el momento adecuado, en el lugar adecuado, y yo he intentado hacer lo mismo. Porque la verdad es que es un grande, y como buen delantero, siempre me lleva un segundo de ventaja. Por eso cuando yo hago algo, casi siempre es a contrapié, casi siempre me sale algo torcido en la ejecución final, porque trato de ser un espejo suyo. Hay veces que innovo, pero es que llevamos caminos diferentes, ¿qué gracia tendría si no?
A veces me siento en lo alto del Sacacorchos, y meto los dedos en la arena. Y pienso en lo poco que hemos pasado, y sin embargo todo lo que ha significado. Otras veces estoy conduciendo en lluvia, y aunque estoy solo, le oigo soplarme la posición de Hamilton por el auricular. Unas veces estamos en Croacia, otras en Videmala, otras en Salamanca, otras en Bayadoliz y pese a todo nunca nos movemos del sitio. Con cerveza. Con whisky (barato) naranja.
"Date tiempo", le digo. Como si yo lo supiera hacer, en realidad. Yo, que voy corriendo de un lado para otro como si se me quemara el culo, que de vez en cuando me salva. Y quiero hacer lo mismo, quiero devolverselas, y presiento que a veces lo logro, y otras me quedo a medias del salto mortal.
Porque él siempre está al filo de la noticia. Cuántas mañanas he encendido la radio, oyendo:"Como ya adelantó Derteano...", cuánta razón. Y tiene el derecho que tenemos todos a equivocarnos, y supongo que hace uso de él. Eso forma parte de todo lo que aún no conozco. Pero quiero creer que en cuanto deje el whisky, las mujeres y todos sus malos vicios, tendremos tiempo de sobra.
La verdad.¿Quieres que te diga la verdad? En realidad tengo un miedo acojonante a no poderlo conocer del todo. Un forajido de los viejos. Un romántico a la antigua. Un cultureta a medio gas sin gafas de pasta. Un perfecto miembro de la generación beat. Un héroe del verano, un resistente del invierno. Felices 22, pollo. Y gracias.
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1 comentario:
Felicidades al cumpleañero en cuestión.
Gran el boss
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