sábado, 7 de noviembre de 2009

Redes

me destrozan la moral las
autovías sin neón
porque son signo de otra soledad
la que no se cura pagando
la que no se cura poniendo la 2
y escuchando a Punset
hablar de lo inútil que es
genéticamente un beso, un abrazo,
una caricia, un polvo.

Punset nos otorga el derecho y
la obligación de ser felices
conduciendo a cientoveinte en
doble carril por campos de
otoño, o apretando
las teclas de la máquina
para escribir tu historia
y con su misma inconsciencia
de ciencia retorcida
el bueno de Eduard quizá
nunca ha pensado en todas
las redes que nos separan
de la genética
de la felicidad
de los 120 km/h.

Quizá, señor agente,
usted y Punset estén
del mismo lado.