martes, 7 de julio de 2009

Burnin'

Mira nena. Esta ciudad me está quemando, porque me está quemando, y si no lo quieres ver, no lo veas, adelante. Pero me quema, me quema la niña llorando a las 9 de la mañana, me queman los cuatro pelos que tengo por la cara, y me quito la camiseta y todo me sigue quemando. Bebo agua y me quema, bebo cerveza y me caliento, esto no lleva a ninguna parte.

En realidad no me quema sólo esta ciudad, me está quemando lo que nunca se acaba, me queman las circunstancias, y por si no fuera poco me quema y me pone nervioso a partes iguales tu última aparición en escena, como si fueras otra reina del pop que quiere evitar su despedida. Eh, que el primero que quiere evitar tu despedida soy yo, no te engañes.

La cuestión es que esta ciudad, que antes era demasiado pequeña y nosotros demasiado grandes, ahora está volviendo las cosas del revés, tanto que ni nos encontramos, tanto que al paso que lleva el asunto todos nuestros amigos se pasarán unas horas entretenidísimas en hablar de ti y de mí, pero nunca de nosotros.

No sé, quizá quiero cargar siempre muchas cosas a la espalda, quizá siempre me doblo antes que partirme, como Marea y la mimbre, quizá siempre ando con prisa. Pero como falle no me va a gustar nada. Espero que a ti tampoco.

2 comentarios:

Ainhoa dijo...

Mmmm, realmente mi entrada no es mía, de hecho si te fijas en la etiqueta pone "Lectura", pero como tengo la cabeza donde no debo de tenerla siempre que hago estas cosas me olvido de poner el autor, de hecho creo que la que ahora mismo he puesto está igual. En realidad, es de Mario Benedetti, de su ensayo Vivir Adrede.


Muy buena entrada

Der Wanderer dijo...

A mi ponme el Victor poco hecho, sólo vuelta y vuelta.