viernes, 3 de julio de 2009

Contra la pereza, diligencia (Pecados capitales #3)

Inspirado por esto

"Se conocía de memoria todos los pliegues de su cara, de tocarlos y tocarse, y soñarlos y soñarse. Se encerraba todas las noches en un cuarto con cuatro tazas de café y Philip Morris, era la historia entre los dedos la que le traía con prisa, y sin embargo fue despacio, porque intuía que la acabaría.

A varios miles de kilómetros, años después, otro él se conocía de memoria todos los pliegues de su cara, y se encerraba entre papeles sin prisa para construir su rostro, porque sabía que se acabaría.

El resto de la historia es de sobra conocida, porque la han hecho entre la suerte, el boca-oreja, los mass media y la clase que distingue a los grandes de los que realmente lo son."

1 comentario:

Ainhoa dijo...

Realmente me ha gustado. Lo has escrito tu?. Un saludo