Allí estábamos casi los de siempre, teniendo en la mano casi lo de siempre, con las mismas cosas de siempre en la boca y la cabeza, a media luz y en los oidos el subwoofer que iba estallando.
Tanto y nada que decir. Exaltación de la amistad, y luego la de siempre. Todo lo lossers que podemos llegar a ser, todo lo que siempre hemos sido y que nunca lo vamos a cambiar. Porque no sabemos, queremos o podemos, nos vemos vencidos siempre por lo mismo, los mismos, las mismas.
Pero estoy seguro de que hay cosas que nunca nos podrán quitar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario