Hay un dolor tremendo, el que te provoca la amputación de un miembro.
Perdón, me expresé mal. El que te provoca la ausencia de ese miembro. Y no, no me refiero a nada metafórico. Te duele. Lo notas como si el cabrón estuviera ahí, doliéndote más que antes.
Yo estoy empezando a tener el dolor del miembro fantasma con muchas de las cosas que la medicina me está arrancando, y no me devuelve nada. Me quita mis horas de sueño, mis fuerzas, mi salud mental y física, mis defensas. Me devuelve apuntes garrapateados, me devuelve hostias en la cara, goleadas en contra.
Pero, aunque algún puto trilero me ha colado una rotación de opioides doblada para tratar de arrancarme de este síndrome, que no se equivoque. A mí de esta no me salva ni la metadona. Hasta que no me arranquen los cinco miembros, conmigo no van a poder.
Bienvenidos a otra noche sin dormir, a otro junio a contrapié, a otro verano sin alcohol, a otro diván.
5 comentarios:
Te admiro muchisimo...te estás dejando los huevos por hacer de tu vocación tu vida,a mi en cambio, que me hubiera encantado ser psiquiatra, por falta de tesón, pasividad y pereza incurable me he quedado en psicologia tocandome la wevada(a dos manos)...si, me va de puta madre,pero nunca seré lo que quise ser.Sempre se paga un precio, depende de cada uno lo compensatorio que resulte.
Me pones Desde brasil y se me olvida lo que leo. Pendenciero y mujeriego lo seré hasta que me muera.
Pues de hecho, ya estoy en... como era, esa ciudad rodeada de páramo amarillo y llena de la piedra esa color arena...
No te desanimes, tu siempre has salido de cosas así. Algunos nacen para ganar, otros nacemos para remontar. Vaya, me ha quedado un poco triste. Bueno, da igual.
Ya me terminé ''El árbol de la ciencia'', ya lo comentaremos.
Y un tipo me ha comentado en la entrada sobre que odio a Mac. Jajajaja.
Te mentiría sino te dijera que navegando por internet encontré tu entrada sobre el cd de Kamikaces Enamorados y me lance a hacer yo una. Aunque todo hay que decirlo, yo también prefiero escuchar antes que escribir
A mí, mi carrera me está quitando las agallas, reblandeciendo el espíritu y hundiendo en general. Me da un tipo extraño de esperanza saber que no soy el único que le tiene miedo a ser un montón de muñones con cerebro -para calcular, para diagnosticar...-. A veces creo que soy una persona metida a físico, y es una combinación tan idiota como el escritor que se pone a estudiar empresariales.
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