Que no te vendan la moto. Los Beatles los destrozaron entre el ego de John Lennon, el LSD y la payasa de Yoko Ono. Qué bonito fue encamarse durante una semana para pedir la paz mundial, qué bonito decir que se imaginen un mundo sin pobreza y seguir cobrando las royalties de tus discos. Los Beatles era la dupla más asombrosa, Cristiano y Messi jugando en la misma delantera, el alfa y el omega, el ying y el yang. Eran el pop y el rock, eran cojonudos. Pero hace cuarenta años como hoy en día puede más la individualidad, y dime qué recuerdas de la discografía en solitario de Lennon aparte de sus maltrechas imágenes del fatídico 8 de diciembre del ochenta. Y sin embargo Paul con los Wings recorriendo escenarios, haciendo música. Live and let die. Band on the run. Maybe i'm amazed.
Hay mitos que se elevan a esa categoría cuando mueren. La suerte es que hay otros que no necesitan pasar ese jodido trance para coronarse.
1 comentario:
la culpa de todo la tiene Yoko Ono. Y además es que es verdad. Siempre fui de John. Como fui de jagger. Los Paul no me van.
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