martes, 26 de mayo de 2009

Ya no quedan primaveras en Zamora

Cómo me gustaría decir
con una sola palabra
todas las palabras que me callo
porque hay miles de incómodos silencios
pero millones de frases estúpidas

Resolver el arte en tres obras
resolver la historia sin batallas
descifrar la filosofía y la muerte en un par de libros
escupir las muelas del juicio de hecho y de valor

y, sin embargo, a mí, a todos,
nos sigue atrapando una buena canción
nos tienta el rock'nroll y las caderas redondas
nos ponen un cubata en la mano y salta la chispa
no sabemos salir de nuestras líneas maestras
de nuestros instintos animales
de todo lo que queremos ocultar
porque nos avergüenza ver, y ser vistos
nos dan la vida los demás y nos la quitan
a patadas
a palabras

somos tan humanos que queremos dejar de serlo
somos tan animales que rebuznamos, nos revolcamos en nuestros desechos
en explosiones nucleares subterráneas
que provocan terremotos 4,2 richter
meamos los mismos mares a los que queremos escapar en verano
como si fuera el ciclo, como si nos diera sentido
amarillear nuestra piel bajo el sol,
como mi abuela, segando

el tiempo pasa, las horas
semanasdiasmesessegundosañossiglos
somos trascendentes, o queremos serlo
y nos atrae todo lo intranscendente
un polvo, un regalo caro, comida de restaurante
qué paradójico
buscamos el sentido de nuestra vida
como quien ha perdido algo
y la cosa es que no lo hemos encontrado todavía

de modo que nos dejamos llevar, en menor o mayor medida
resistiendo más o menos
luchando, o no
para llegar juntos al mismo sitio; y así
decimos que nos divertimos. Luego
callamos, y pensamos, como yo pienso
que cómo me gustaría resumir en una sola palabra
o sin palabras
todo lo que callamos.

No hay comentarios: