jueves, 1 de enero de 2009

2009 d.C.



No tengo la fórmula secreta de la felicidad. Tampoco la quiero, así me sale más rentable cada vez que me voy a pasar una noche entre personas que no tienen ninguna deuda conmigo, y a las cuales no les debo nada, sino que simplemente nos compartimos sin ánimo de lucro, hasta que llega el amanecer. Saltar la hoguera a pies juntos, eso es todo. Y nunca quemarnos.

Yo sólo tengo una botella en tres cuartos de cava, una hoguera a plena noche, canciones por las calles mojadas, y casas vacías, sólo tengo escapadas. Fechorías, sigamos siendo adolescentes, tiremos la cerveza a los contenedores, y oigamos el agua de la fuente. Dadme un bote de pintura blanca y un palo redondo o una brocha, y regaré de cultura, de sonrisas, y de algo de sueño las paredes de este sitio.

Yo no quiero propósitos de año nuevo que nunca se van a cumplir, yo no quiero deseos en mensajes cortos, yo no quiero sueños inmateriales. Yo quiero noches como ésta, yo quiero quedarme boca arriba sin moverme en la cama, hablando de cambiarnos nosotros, y no de cambiar el mundo. Quiero mancharme las manos de blanco, quiero mojarme el pelo y las mangas, oyendo cantar.

En el fondo, lo que querría es empezar todos los años con la misma sensación que tengo ahora mismo, sintiendome vivo, paseando por el campo con el frío sol de invierno sin tener heladas las manos, hablando y escuchando todas y cada una de las razones por las que merece la pena que hoy sea un nuevo año. Yo no tengo la fórmula secreta de la felicidad ni de la Coca-cola, sólo tengo mis momentos.

Arriba Videmala Libre.

2 comentarios:

davichin19 dijo...

El año que viene repetimos

Anónimo dijo...

el año k viene mas y mejor