lunes, 8 de noviembre de 2010

El Tren del Gol



En la vida hablan de trenes que pasan. En mi tierra, Zamora, el ferrocarril está en franca decadencia. Supongo que no es una metáfora decir que por aquí ya han pasado muchos trenes que hemos dejado marchar. Dicen los viejos que hay trenes que no vuelven. Yo no soy aquí el más viejo ni el más joven, pero he visto trenes desde Domez, desde Manzanal, desde Videmala...he visto incluso trenes a Murcia.

Cuando el Zamora CF jugaba en el estadio Ramiro Ledesma, al lado del río Duero y de la vía del ferrocarril, contaba la leyenda que cuando salía el tren de la Ruta de la Plata y pasaba al lado del estadio, los equipos rivales se desconcentraban y el Zamora marcaba, lo que le valió al expreso el apelativo miticérrimo de "El Tren del Gol". Una oportunidad que sólo pasa una vez en todo el partido.

En la vida hablan de trenes que pasan, y nunca sabes cuál es ese tren que sólo tiene una parada. Nunca puedes saber en el instante en que te quedas en el andén si vas a arrepentirte. Miento. Sabes que no puedes arrepentirte. Que tienes que ser consecuente con tus aciertos y sacar cada Martes Santo un Viacrucis por los errores, para quemarlos como otros queman en las hogueras los malos espíritus. Hay trenes que se pierden en la niebla de noviembre, la que nos vio nacer y a la que adoramos.

Hay trenes que pasan, pero nadie nos ha contado jamás que algunos trenes tiene que arrancarlos uno mismo, y el billete puede que no tenga retorno, pero siempre hay cruces de vías. ¿Y si este fuera el bueno?

En la vida hablan de trenes que pasan, pero nadie nos ha contado nunca que tenemos que subir en el Tren del Gol, en esta vagoneta número 23, porque puede que sea la buena, aunque nunca la definitiva.

Felicidades, sir Kronen.



El Tren del Gol

1 comentario:

Patricia dijo...

Es verdad, yo creo que hay más trenes que debes conducir tú (y si pierdes las 'riendas', estás perdido) que esperar a que lleguen a tu andén.

Vengo desde el blog de Paz, sin querer.

Un beso.