Cuando despertó, ya se había ido esa sensacion de seguridad. Quedaba un buen dolor de cabeza, y recuerdos para enmarcar. Y la misma promesa de todos los domingos. Incluso una más.
-Mañana lo dejo.
-La próxima vez que tenga una noche de estas, me grabaré.
Y se volvió a dormir, con dolor de cabeza, y sin muchas ganas más que de 325 mg de paracetamol, y un buen vaso de leche con miel. Algo dulce, para un domingo. Nada de mariconadas de tequila con whisky.
4 comentarios:
Su(b)realismo, esa es la palabra. Bueno tu sin la b, pero ese estigma losser no nos abandona aun así, no se si me explico, creo que tu me entiendes.
Me empieza a preocupar que en todos tus textos salga yo o que en los mios salgas tú xD
Sois una pareja de gays :)
Me mola este texto, Jaio, muy suave, metafórico y muy bien cerrado con ese final paradójico.
Abrazos!
Mi Querido Guimaro, Cuanto tiempo...Pero no creas que me olvido cada vez que puedo de visitar tu espiritual espacio virtual para reconfortarme de tu sabiduria. En lo de NADA DE MARICONADAS DE TEQUILA CON WHISKI, estoy contigo, el tekila por su lado y el whiski por otro, y siempre prometeran una preciosa noche llena de locura. Un Abrazo compañero
pues a mi 325 mg. de Paracetamol me parecen una mariconada, oiga usted.
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