Créeme. Habrá quien te diga que terminar así tus 19 es una mierda. Habrá quien trate de convencerte de que hoy lleva lloviendo desde las 8 am y todo es gris. Habrá gente que piense que hoy puede ser un pésimo día, por todo eso y más.
Y sin embargo, escúchame.
Esta lluvia es un regalo del otoño.
Esta resaca es un regalo de la amistad compartida.
Este día es uno entre un millón.
Porque mañana tendré 20 años, y seré yo mismo el que tenga que sobrevivir a mi propia vida, y al tercer agujero del puente; seré yo mismo el que se enfrente a todos los miedos que tengo. Así es, y será. Que el tiempo se va, y me está llenando las manos de heridas, pero no me duelen. Es un precio, y lo pago sin rencor.
Esta noche, cuando cierre los ojos por última vez a la segunda década de mi vida. no sé que soñaré.
Pero es probable que mañana, al despertarme, siga soñando.
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