sábado, 25 de octubre de 2008

Carabanchel


"No estamos todos, faltan los presos"

La primera vez que leí acerca de Carabanchel yo tendría unos 10 años, y era en un libro de Manolito Gafotas [by Elvira Lindo], que afirmaba vivir en Carabanchel Alto. Después ya supe que en Carabanchel había una prisión. Después supe que la cerraron. Después me enteré de muchas de las historias de presos políticos que habían estado allí encarcelados; después supe de la amnistía general. Después tuve en mis manos el "Siempre hay una historia" de Rosendo, grabado en directo en el patio de la prisión. Después he ido viendo en los informativos cada dos o tres años que siempre querían tirar la prisión, y los vecinos se negaban. Después he leído sobre toda esa gente que malvivía en las antiguas celdas, a falta de un hogar mejor.

Hoy he visto en el telediario a mediodía que anoche, con nocturnidad y alevosia, como hace la clase política todo eso que levanta ampollas, ya sea quitar una estatua o redactar leyes, han tirado parte de la miticérrima cúpula de Carabanchel, preludio al derribo. Sin cámaras, para que nadie proteste. Ojos que no ven, corazón que no siente. Sin luz, para evitar que sus mezquinos ojos se deslumbren ante la crítica popular. Ojalá que se metan uno a uno por el culo todos los ladrillos de la prisión para que vean el dolor que conlleva alcanzar la libertad.


1 comentario:

RubenBartolome dijo...

Para mi la cárcel de Carabanchel tiene el mismo peso histórico que una iglesia del siglo XIII. Incluso más porque me dice más de sus gentes.

No evolucionamos ni a tiros.