Tomo un frasco de vino y entre las flores bebía.
Somos tres: la Luna, yo y la sombra que me seguía.
Por suerte, no sabe beber, La Luna, buena amiga,
y a mi sombra la sed nunca la mortifica.
Cuando canto, hete aquí, la Luna se lo mira;
cuando me pongo a bailar, la sombra me hace compañía.
Cuando se acaba el festín, los invitados no huyen:
he aquí una tristeza que nunca he conocido.
Si me vuelvo a casa, me sigue la sombra muda,
y un poco más lejos, me acompaña la Luna.
Poema de Li Po (701-762)
2 comentarios:
¿Verdad que estos orientales nos llevan siglos de distancia?
O eso, o no hemos cambiado tanto como pudiera parecer.
Entonces te animo a poner la que crees que es la mejor foto del año, aunque yo no creo que eso se puede hacer, ni era mi intención al ponerla en la entrada.
Publicar un comentario