jueves, 2 de abril de 2009

2001

Mi padre, y Kubrick, tenían razón. Puedes viajar por el espacio bailando el Danubio Azul. HAL 9000 es un hijo de puta electrónico. Y cuando todo se haya terminado, un poco más allá, siempre habrá algo, aunque vuelva a ser el comienzo, porque así habló Zaratustra.

Sabes, amigo, puedes dudar de que la Nasa llegara en el 69 a la Luna, o de que vuelva a hacerlo alguna vez en la historia, sí, puedes dudarlo. Pero cuando te sientas, cuando vuelves a poner esa película en una pantalla de plasma, cuando alrededor desaparece todo, de lo que nunca más vuelves a dudar es de que para ser un genio, aparte de cojones y dinero, tienes que reinventar el mundo con una cámara, y soñar.

Creo que eso es lo que distingue a los genios del mortal común. Que sueñan, como todos, pero sólo ellos se atreven a plasmarlo.

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