martes, 26 de julio de 2011

Le Tour de France

Galibier, últimos metros de ascensión, 1955.

Te amo porque existe una montaña en cuya cima hay un túnel, no sé si lo sabes. Allá arriba no hay nadie, te amo porque allá arriba no hay nadie, sólo el cielo y el límite donde los hombres ponen sus pies llorando. Y luego se lanzan por la ladera hacia abajo, cayendo miles de metros sin mirar atrás, te amo porque nunca miran atrás, aunque falten 90 km para meta, te amo sin chuletones ni jeringuillas, te amo al pie del asfalto, en la Curva de los Holandeses. Te amo porque sería capaz de comer en un plato de 55 dientes cada papilla proteínica, coleccionaría los botellines que otros han tirado con rabia al suelo. Te amo porque el viento siempre sopla en contra de las banderas, porque la lluvia, la nieve y el sol en verano vienen en días alternos. Te amo porque querría ganar en casa el día de la Fiesta Nacional, te amo porque querría estar en París cada último fin de semana de Julio, porque me dejé mucho en los Campos Elíseos, porque aprendí más en las calles que en casa. Te amo porque tú separas a cobardes de valientes, tú no dejas lugar a las mentiras de los humanos, tú miras con ojos puros, bebes el agua que baja de Alpes y Pirineos, te has caído camino de Gap y has subido el Mur de Bretagne, cada pedalada ha dejado un nombre y un hombre en el camino. Te amo porque existe una montaña en cuya cima hay un túnel, y si yo alguna vez subiese esa montaña, si llegase arriba con mi aliento, si masticase la ceniza de la cima ya no sería el mismo, ya no me llamaría como ahora me llamo, ya no me reconocería en el espejo. Te amo porque habría atacado delante de los míos para que mis padres me viesen ir delante del mundo, te amo para escuchar el himno en el pódium amarillo. Te amo porque durante tres semanas de cada año mi mundo gira a tu alrededor. Mis días llegan a tus tardes, mis tardes acaban en tus noches de silencio y hotel. Te amo porque el hueco que me dejas cada vez que te vas es peor año tras año. No sé por qué te quiero, realmente no sé siquiera si necesito una razón, pero permiteme decirte que este año te amo mucho más, que este año me ha costado más dejarte marchar.

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