sábado, 18 de septiembre de 2010

Semáforos

Solía pensar en los semáforos, los semáforos que estaban delante de nosotros mientras nos sentábamos para despedirnos, y los amigos que pasaban brevemente por allí, y los escasos segundos que tenías para mirar a la gente a la cara, para sonreír, para interesarte, para quedar. Solía pensar en los semáforos y su precisión metronómica, su cíclico retorno, sin nadie que haya descrito el movimiento de traslación de los semáforos para explicar por qué se nos ha ido el verano, ni los utilicen para interpretar la quinta danza húngara de Brahms. Solía pensar en los semáforos, y la forma tan simple en que eliminan todo lo prescindible de la vida, de la prisa y de la pausa, de los colores elementales, de los diodos y las luces de freno. Solía pensar en los semáforos, pero todo era tan corto que cuando me daba cuenta ya me estaban pitando desde atrás.

2 comentarios:

Akaname dijo...

Juaz! Pues el otro día cuando estaba llendo al MediaMarkt estaba esperando un paso de peatones y había dos coches al lado parados en un semáforo, vamos, que me enteré de la conversación y de que habían adoptado a un niño ruso.

Es como una telenovela! Vivan los semáforos!!!

Paz dijo...

Me gustan las tildes (y que las escribas)