¿Cómo hace el nómada de su corazón su casa?
Encuentra, tal vez, hogares en las esquinas
encuentra desconocidos en las caras siempre vistas
y habitaciones en sonrisas ajenas.
¿Dónde vive su esperanza?
Se aloja en las oquedades que dejan los cafés entre viejos amigos
los accidentes en la vía pública y los primos que comparten ciudad,
oculta tras el reflejo en la ventana del cuarto de ese semáforo intermitente,
El que te empuja a correr antes de que se cierre, y es que si lo dejas pasar
ya no habrá una calle siguiente
y ninguna cama será la tuya.
En la noche del verano que termina
todo es silencio salvo el corazón del vagabundo,
que le enseña a agradecer,
a distinguir un día del siguiente por medio del sueño.
Sueña que vive por siempre en un semáforo parpadeante,
sueña que no deja de correr.
Despierta y tiene un hogar allá donde vaya.
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