miércoles, 30 de abril de 2008

Hijos del rock'n roll

Para los nervios, de madrugada.
"Esto no es lo que parece, esto es solo el comienzo de algo anunciado, esto es el final agarrado por los pelos al que todo escritor renuncia. Supongo que esa renuncia es un acto valiente, o quiza es solo un acto racional.
Ya lo dijo mi horoscopo, me he vuelto un cobarde irracional.
One for the money, two for the show.
Sentado al borde del escenario, me dijo un amigo, se oye peor, pero se siente mejor la musica. Asi que me sente esperando que empezaran a tocar algo decente mientras los hielos se iban haciendo mas y mas pequeños, y mis bostezos mas y mas grandes. No deberia ir a beber solo por ahi, hasta mi propia madre me podria llamar alcoholico. Pero es que la ultima vez que intente dejarlo, cuando me atropello aquel pavo con la moto, fueron los veinte peores minutos de mi vida, dios. Pero sobrevivi, para desgracia de mi gato.
A todo esto...¿donde coño esta mi gato? Creo que me he equivocado de piso otra vez. ¡Señora!Tampoco es para ponerse asi, dios santo, la gente ya no aguanta una pulga en los huevos. ¿Que hora es? Buff, las nueve y veinte de la mañana otra vez, no me jodas. Va, venga, desde mañana dejo esta vida y empiezo a trabajar. Que las cosas se estan poniendo fatal, y cada vez que me acuerdo de que ya no podre volver a tomar aceite de girasol se me ponen los pelos como escarpias. Menos mal que deje la cama abierta, que si no iban a ser risas..."

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