domingo, 29 de noviembre de 2009

Churros sin lágrimas

Ayer tenía que haber visto a Muse.
Hoy tenía que quedarme en casa viendo al Madrid.
Mañana tenía que desayunar contigo churros sin tus lágrimas.
Una vez leí
Que la peor nostalgia de todas
Es aquella que se siente por las cosas que nunca se han vivido.

sábado, 28 de noviembre de 2009

You'll never walk alone


Fuente: elpais.com

Importante declaración de intenciones: Yo no hago, no quiero hacer jamás apología del terrorismo. Me declaro fervientemente en contra de cualquier persona que en este jodido mundo utilice la violencia para justificar un ideal, pues me parece que en ese preciso instante pierde toda justificación posible.

Sin embargo, ahí teneis las calles de Bilbao llenas hasta los huevos de gente joven apoyando a los detenidos por la justicia española. No están solos, por lo que parece. Quedan lejos los tiempos en que yo nací, y en que E.T.A. mataba maderos, políticos y picoletos, e inocentes día tras día. Por suerte. A ciertos estandartes de la libertad parece que les dan un euro por cada vez que proclaman "el fin del terrorismo está cada día más cerca" y no se dan cuenta de que el fin del mundo también, y nadie lo proclama.

Me encanta este país de boquilla, este país de proclamas al viento, adelante, podeis hacerlo, no importa de qué bando esteis ni qué bandera defendais. Subid al estrado día tras día tras día, semana tras semana, año tras año. Hablad, gritad lo que querais, y mientras vociferais no oís lo que ocurre a vuestros pies. Nunca escuchais a la gente, porque la gente no hace ruido, la gente sólo vive.

Construís vuestro mundo imaginario de cristal y promesas y mientras tanto hay quien suda para construir su hipoteca de un piso de 40 metros cuadrados que ningún político ni fascista ni comunista de salón le ha regalado. Nadie ha traido con bombas lapa de Goma2 la comida a casa, nadie ha pagado con la fuerza de las pancartas la matrícula de la universidad.

En esta España que para unos tiene brotes verdes y que para otros se desmiembra la vida sigue adelante. Los proletarios van a Benidorm a lucir el paquete. Los canis se meten farra por la nariz encima de sus coches tuning en polígonos industriales. ¿Alguien ha vuelto oir hablar de las pateras? ¿Cuántas mujeres maltratadas más hacen falta para rellenar un telediario? ¿Vendeis suficientes pasquines cada mañana en los kioskos o vamos a seguir teniendo que comprar papel de culo?

Tuve una pequeña esperanza al principio de esta llamada y cacareada Crisis, what crisis? (pedazo de disco de Supertramp, a todo esto, creo que nadie se paró a oirlo desde 1978). Tuve la misma esperanza que tuve con 13 años: que este mundo iba a cambiar. Que todo quedaría tan afectado que sería necesario reinventarnos de arriba abajo. Y ya ves: no. La cosa sigue siendo la misma mierda, los mismos nos comen la cabeza desde la radio, los mismos siguen poblando las portadas, los mismos manejan el mundo, los mismos llenan las calles de Bilbo.

Y después habrá todavía filósofos que se pregunten por qué tiene tanto éxito el fútbol. ¿La verdad? No la sé, pero creo que si en realidad nos tuviéramos que preocupar por la basura que nos rodea y nos domina, nadie podría hacer nada para evitar suicidios colectivos en las grandes capitales mundiales. Nunca caminais solos.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Te aplastaré con mis versos

Y yo le respondí:
Le aplastaré con mis versos
(José Ángel Barrueco)


Estais ahí delante, aborregados en filas de asientos negros duros que se os clavan sobre las tuberosidades isquiáticas y sobre vuestros lóbulos prefrontales, allá donde solíais tener la personalidad que ahora ni siquiera echais de menos. Ni siquiera la echais de menos porque la perdisteis despacio mientras os desgastabais el epicóndilo y la epitróclea contra manuales de más de dos mil páginas que ahora ocupan sin vuestro permiso el lugar donde una vez estuvo vuestro sentido del humor, la solidaridad, la capacidad de sonreir, de pedir las cosas por favor, y de apuntar dentro del tiesto cada vez que decidíais echar una meada.

Yo os miro desde el atril blanco de aglomerado que resuena cuando le arreo con la mano abierta hasta tres veces; yo os miro y vosotros me mirais, pero no me veis, cómo os engaño, cómo os odio, cómo os observo, ardiendo el pensamiento detrás de los ojos, la lengua fría, la cara de desconcierto. Y ese desconcierto parece que os da alas, elevais las voces cual corifeos en tragedia de Sófocles, y pedís, vociferais, murmurais, los ojos vacuos, la faz impersonal y descompuesta que no refleja un solo sentimiento, pegados aún con el culo sudado a ese asiento que os lleva soportando toda la mañana, toda la semana. Volais, víctimas de mi desconcierto, y sin embargo lo tengo muy claro: vaya panda de hijos de puta que estais hechos.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Tu cara desde diferentes ángulos

Parte 1.- El fantasma.

Hay un fantasma en mi casa, concretamente en mi habitación. Se me aparece al cerrar los ojos a las 2:05 am, y da unas cuantas vueltas alrededor de la cama, de mi edredón verde, de mi alfombra de cebra, y se acaba sentando en la mesa cuando me duermo, por lo que no sé si después se enciende un cigarro o se larga directamente. Y esa foto todas las mañanas cuando me levanto, esa foto. Tiene su cara.

Parte 2.- El viaje.

Cuando arrancamos no pensabamos en llegar tan lejos, así que supongo que esto podría considerarse un triunfo aunque ahora estemos parados, todo depende de si miras adelante o si miras atrás, porque puedes considerarlo un fracaso. El viaje era una utopía, y siguió siéndolo después de tanto tiempo, incluso cuando rehicimos la maleta mirándonos a los ojos y sin sonreir ni una sola vez.

Parte 3.- La cena.

Tiré los garbanzos fríos y descongelé en el microondas un par de filetes de ternera. Pensé en ti, en que quizá lo verías mal, y quizá te callarías, en que no habríamos salido a cenar fuera y habríamos dejado de lado la televisión, el sofá, la alfombra llena de migas de pan duro, de pan de ayer, de pan de molde tostado en la encimera. La cosa es que yo tenía filetes congelados y tú no estabas, qué remedio más que cenar viendo la sección de deportes.

Parte 4.- Virgen del Carmen, patrona del mar

Bunbury tiene la capacidad de reinventarse sin dar un palo al agua, ¿te has dado cuenta? Y mientras tanto El Ultimo Ke Zierre no han cambiado las cuerdas de su primera guitarra a la que le siguen dando de hostias contra el escenario, la música es el hilo conductor de todo, pero somos acordes a contratempo en lugares opuestos del círculo, aún no suena nuestra canción, aún no tenemos nuestra canción.

Parte 5.- Amanecer, salón que da al este, colacao frío en la mesa.

No hace demasiado frío para ser noviembre, pero él esperaba otra clase de otoño que le helara los huesos, de los de nieblas cubriendo el cimborrio de la catedral. Tuvo una extraña clase de polución nocturna soñando en el Caribe con una modelo rubia que le sostenía, pequeño, inválido, entre sus senos. Qué amanecer más frío de noviembre. Pero no lo suficiente, nunca lo suficiente.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Erecciones Anticipadas

De mi no tan lejana adolescencia recuerdo con cierta tristeza los domingos de invierno sin motos en la televisión, sin ese zumbido como de moscas dando vueltas, que provocaban en la mesa familiar un agradable sopor, una falta de conversación para nada preocupante. Los domingos sin motos eran algo deprimente, por la simple razón de que en lugar de ver manchas de colores volar sobre el asfalto nos tocaba ver a señores con chaqueta y cara de circunstancias dando malas noticias. Y yo era joven e inexperto. Y mi padre se encendía.
- ¡Esto se viene abajo!
Y yo ajeno a la crisis que ni el cantante con voz de flauta de Supertramp pudo detener, dejaba escapar la mirada por la ventana y pensaba en Pelé y sus anuncios después de dejar el fútbol, aquello sí que fue venirse abajo.. Mi padre, el pobre, nunca pudo dejar de lado el trabajo pegado al color del dinero, a las páginas amarillas de los periódicos, y yo nunca pude dejar el humor negro, los chistes verdes y las manifestaciones de rojos. Pese al arcoiris, nadie gay en mi familia. Y mi padre me miraba:
- ¿Y es gente como tú la que tiene que levantarlo? Vamos de cojones...
Claro que vamos de cojones, repetía yo mentalmente, vamos de cojones porque a mí la vicepresidenta me dejaba bastante frío, como mucho las chicas del telediario de la Sexta eran las únicas que podían hacer algo al respecto. Luego llegó el tiempo en el que el país se hundió de verdad, se me acabó la adolescencia al mismo tiempo que a mi padre la paciencia, y la cola con la que empecé a familiarizarme con menos cariño aún fue la de las oficinas del Inem.

Encontré a mi chica, pero no al empleo, justo cuando empezaron a florecer los brotes verdes entre la oposición, y las críticas se hicieron divertidas, yo ya empezaba a entender los telediarios y dejar de lado a las presentadoras. Mi chica y el gobierno descubrieron que había un problema fonéticamente parecido, el de las erecciones anticipadas. Ambos compartían la misma ambición, tan sucia y deshonesta como cualquier otra en la vida: mantener durante más tiempo la situación de poder y control que les permitiera obtener un beneficio de carácter personal a cambio de no ofrecer prácticamente nada. La población en general, y yo en particular, nos poníamos paulatinamente más nerviosos viendo que nuestros dictadores no atinaban con el golpe de timón exacto para devolver esta nave a su rumbo. Tanto peor cuando a nuestro alrededor Europa crecía como la espuma, y los del 3º A y 3º C dejaban resonar sus cabeceros con ironía contra los tabiques de papel de mi piso de 47 metros cuadrados en los que convivíamos mi novia, mis excrementos, panfletos electorales y lo poco que quedaba de mi dignidad. Mi padre, allá donde quiera que traficase relojes se estaría partiendo el culo de lo que su país y su hijo pudieron haber sido y nunca fueron.

La solución casi llegó aquel domingo en que todo mundo estaba pendiente de la televisión, y el adolescente que yo llevaba dentro pasaba del asunto, porque era invierno y no había motos, porque yo no fumaba y ella sí, y además de ese defecto era afiliada al partido minoritario que aspiraba a dar la sorpresa, por lo que ella salió al balcón sin haber ganado nada, sólo por vicio. Nadie la pedía a gritos allá abajo, al contrario que en mi televisión. En mi televisión al nuevo presidente electo se hallaba erecto mientras anunciaba la serie de mejoras respecto al pasado, mientras reflejaba el triunfo en los ojos. Mi chica era el espejo de ese triunfo, y yo seguía estando donde estamos todos los que siempre hemos estado en la parte de abajo, los que siempre hemos perdido incluso cuando nos elegían en el colegio para jugar al fútbol, los que no podemos encontrar un trabajo ni costearnos un tratamiento contra la eyaculación precoz porque cada nuevo mandato alguien prefiere subvencionarse a sí mismo que arreglar este sistema sanitario de mierda.

martes, 17 de noviembre de 2009

Ghosts

El frío, el pozo, la Clerecía, una rubia y yo. Bécquer siempre estuvo del lado de los que jugamos a ser el rey del imposible, de los que sabemos que es más entretenido cruzar por la cuerda floja que por el paso de cebra, de los que tenemos el Atlántico o Ámsterdam entre las cejas, y un coche con rocanrol en la guantera, y uno o dos compañeros de viaje, y un atardecer sin cigarrillos. Atravesar la frontera. Un paso o un salto al vacío. Quique González y la segunda canción del Ajuste de Cuentas. Es una trampa genial.

Me lo dijo un amigo una vez. Hay cosas que no deben irse. O quizá era que hay cosas que uno no debe dejar escapar.

La muerte vive en Ávila o algo así.

Los dos coches de la guripa estaban aparcados, con las luces largas encendidas, en dirección contraria en el arcén de la carretera secundaria a unos 10 kilómetros de Ávila, qué putada, un cadáver tirado en la cuneta boca abajo, desfardelado, yo no vi a la pareja que se besaba detrás del maletero de uno de los coches de la madera. A lo mejor ellos no veían el fiambre que tenían a los pies. La policía sí que nos vio, y nos dieron el alto a cien metros en una raqueta oscura que salía a la derecha. La furgoneta de Atestados e informes nos llamaba poderosamente la atención, nosotros éramos cinco y le llamábamos poderosamente la atención, en la radio morían Robert Enke y la atención al mismo tiempo. Las cosas, dijo uno de los agentes, se pueden hacer por las buenas o por las malas. Yo no sabía si se refería exactamente a que nos vaciásemos los bolsillos o al modo en que me la iban a meter por detrás cuando me llevasen a Topas. Sonaban los Suaves, tanto tiempo, tantos años, y parece que aún fue ayer. Éramos cinco, les llamó la atención, pero más lo hizo cuando dije que yo no tenía frío (10 de noviembre, 0:45, 3ºC), que yo era muy vasco, se dio la vuelta y me destrozó el tabique del primer arreón, hijoputa dije desde el suelo, y me devolvió el primer punterazo al esternón. Me paso los vascos por el forro de los cojones, y claro, enséñale el DNI que pone que naciste en la capital del culo del mundo pegando a Portugal. El segundo sí me dolió.

Luego vino todo lo malo. Sobre todo cuando no supe callarme, y le dije que delante de los muertos se debería tener un poco más de respeto apaleando gente. Sobre todo cuando bajaron del coche a los otros cuatro y el ADN de la lefa del asiento de atrás no era de ninguna de nuestras cinco pollas. Sobre todo cuando se dieron cuenta de que nosotros sólo habíamos robado aquel coche en Alcorcón mientras todos los sudacas y moros celebraban la victoria sobre los de blanco prendiendo contenedores al más puro estilo de la banlieue parisienne. Sobre todo cuando me tuvieron que pedir perdón por haberme roto el tabique. Sobre todo cuando el coche que has robado está imputado en un caso de triple violación y asesinato, y tú vas y pasas por Ávila a la una de la mañana, y hay cadáveres en la carretera, y hay guardiaciviles dandose el lote, y supongo que seguro que alguien lleva droga, pero parece que no vamos a montar esa fiesta al aire libre que tanto tiempo llevo esperando. ¿Dónde crees que vas?

sábado, 14 de noviembre de 2009

Agradecimiento/Aclaración sobre Videmala


Motivado por diversos comentarios que me han llegado a mí o a mis santos padres sobre este blog, y después de reirme un rato, he pensado que quizá esta entrada es necesaria para varias cosas, como su título indicar, agradecer y aclarar conceptos.

Muchas, muchísimas gracias a todos los guímaros que entrais por el blog. La dirección url (/arribavidemalalibre/) no deja lugar a error. De hecho, si pones Videmala en Google, tengo constancia de que esta página sale en repetidas ocasiones. Muchísimas gracias, lo repito. El pequeño problema es que a pesar de que llevo Videmala muy profundo en el corazón, esta página no trata sobre mi amado pueblo, sino sobre mi entretenido huracán mental que unas veces produce literatura fast-food o basura y otras pequeños detalles de calidad. Cosas que estoy encantado de compartir con vosotros, y con cualquiera que aparezca por aquí.

Pese a todo, y a que no puedo prometer nada, intentaré algo más a menudo mencionar nuestra pequeña porción de Tierra de Alba en el mundo, para los que sois de aquí y de allá, para los que la conoceis y los que no.

Un saludo, amigos. Arriba Videmala libre.

viernes, 13 de noviembre de 2009

He said: "have you ever been to Vegas?"
I said: "no"
"That's where we gonna go. You need to change your pace."
(R. Williams; Me and my monkey)



I.Tengo tu cara en una foto, la tengo, te lo juro, porque empecé a hacerme tan viejo como mi papel higiénico que se consume, el mismo papel higiénico del que sacaremos un belén a finales del trimestre, el mismo papel higiénico que me limpia y me irrita, como tu cara en una foto, como la barba de tres días, como los periódicos serios con tinta que se corre, y en cuyas portadas salen fotos con caras, como la tuya.

II. Qué tarde la de aquel día, la resaca y los abrigos nuevos sobre el sofá, mamá viendo las fotos antiguas de gente a la que amaba, y no había una hoguera en el salón para completar el estereotípico cuadro. Mamá me miraba, yo miraba al suelo, el suelo, evidentemente, no miraba nada, si acaso reflejaba la luz de otoño de mi calle siempre tan clara. Mi calle tampoco miraba más que a Portugal si seguías caminando todo recto durante 30 kilómetros. Luego, a la derecha.

III. Mírame. Tengo en este bolsillo un par de billetes. Ojalá fueran un par de billetes para volar lejos, pero, permíteme que al menos hoy te sea sincero: son dos billetes de cinco euros, así que estamos jodidos para llegar a Zamora. Me han dicho que allí es fácil empezar de nuevo. Gente joven, oportunidades, empleo, hogar, vivienda. Mira, lo pone este periódico del 7 de febrero de 1927.

IV. El doctor estaba al otro lado del hilo para contarme lo mal contextualizada que está la sociedad, para apoyar mi teoría de que seremos lossers pero felices, y mientras tanto se descongelaban mis espaguetis de viernes, vivir solo a veces es reconfortante y otras es desconcertante, como colgarle a tu ginecólogo después de media hora de conversación.

V. Nos acabaremos aburriendo el uno del otro, esto es demasiado estrecho y no me refiero a que sean noventa centímetros, sino a unos cincuenta metros cuadrados que tienen derecho a ser fregados dos veces por semana como mínimo, fíjate que ya ni me toco por respeto. Me pasas un cigarrillo, por favor. Elegí un mal día para dejar de fumar.

VI. Hubo un tiempo en el que como mucho importaba si tenías el pelo largo, si fumabas petas antes de que la reina te concediera el título de Sir, que te subieras a una terraza a dar la chapa a los vecinos de Abbey Road. Hubo un tiempo para todo, y al final, como todo, el tiempo se acabó, y todo lo que importaba dejó de hacerlo, y nada de lo que ahora importa quizá sirva para nada.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Mujeres y/o perdición

No hay un tú, hay demasiados, ella sois todas, a todas os llevo en el bolsillo, en el móvil, os llevo en la cabeza a la hora de comer y de dormir, de despertarme y de vomitar, de sentarme y levantarme, cómo no se me van a pasar las tardes volando si puedo estar en Ámsterdam o Berlín, pero en realidad no, en realidad abro los ojos y estoy en el mismo lugar de siempre, tomando cañas a media tarde, huyendo a mediodía a ciudades de fútbol y jarana, como si lo diferente siguiera siendo lo mismo y yo nunca me cansara, sabiendo que como se aprende de verdad en cualquier tertulia es callando, esa parte que siempre me queda por saber hacer, y es que nunca sé de verdad en qué momento toca ser yo, y en qué momento hacer que lo soy. Supongo que eso es de lo que la filósofa me echaba en cara en sus tiempos; ya ves, tantos años y sigo haciendo lo mismo, quizá mi letra preferida del abecedario es el signo de interrogación, quizá por eso odio el café, me ponen la cerveza y las rubias, y las morenas, pero mi problema llega en cuanto de castañas hablamos. Y ya sabeis, queridos amiguitos, lo complicado de dicho fruto y que lo que toca al final de una u otra forma es pelarla.

Quique González, nuevo disco (Daiquiri Blues) con el primer single:
La luna debajo del brazo

domingo, 8 de noviembre de 2009

"Como ya adelantó Derteano..."




Nació para ese puesto. Ni te lo imaginas, colega, ni me lo imaginaba yo tampoco las primeras veces que hablaba con él. Nació para Tiburón del área. Y ahí lo tienes.

La verdad. ¿Quieres la verdad en serio? La primera verdad que me viene a la cabeza es que ha perdido mucho desde que lo vi por primera vez. Ahora está más desgastado. Con algún kilo de más, con alguna arruga más, con algún grano menos. Ya no tiene esa coraza que le vi, esa respuesta al primer toque de control orientado y a la escuadra. Quizá ni siquiera tiene su gancho con las quinceañeras.

Pero claro, si te dijera esa verdad al primero que me estaría engañando es a mí. Porque el Tiburón no ha cambiado tanto. El fallo mío es que en aquel entonces no lo conocía. Y ahora sí. O eso creo yo.

Ha sido un acercamiento progresivo. Llamalo circunstancial, tan circunstancial como que él ha estado ahí en el momento adecuado, en el lugar adecuado, y yo he intentado hacer lo mismo. Porque la verdad es que es un grande, y como buen delantero, siempre me lleva un segundo de ventaja. Por eso cuando yo hago algo, casi siempre es a contrapié, casi siempre me sale algo torcido en la ejecución final, porque trato de ser un espejo suyo. Hay veces que innovo, pero es que llevamos caminos diferentes, ¿qué gracia tendría si no?

A veces me siento en lo alto del Sacacorchos, y meto los dedos en la arena. Y pienso en lo poco que hemos pasado, y sin embargo todo lo que ha significado. Otras veces estoy conduciendo en lluvia, y aunque estoy solo, le oigo soplarme la posición de Hamilton por el auricular. Unas veces estamos en Croacia, otras en Videmala, otras en Salamanca, otras en Bayadoliz y pese a todo nunca nos movemos del sitio. Con cerveza. Con whisky (barato) naranja.

"Date tiempo", le digo. Como si yo lo supiera hacer, en realidad. Yo, que voy corriendo de un lado para otro como si se me quemara el culo, que de vez en cuando me salva. Y quiero hacer lo mismo, quiero devolverselas, y presiento que a veces lo logro, y otras me quedo a medias del salto mortal.

Porque él siempre está al filo de la noticia. Cuántas mañanas he encendido la radio, oyendo:"Como ya adelantó Derteano...", cuánta razón. Y tiene el derecho que tenemos todos a equivocarnos, y supongo que hace uso de él. Eso forma parte de todo lo que aún no conozco. Pero quiero creer que en cuanto deje el whisky, las mujeres y todos sus malos vicios, tendremos tiempo de sobra.

La verdad.¿Quieres que te diga la verdad? En realidad tengo un miedo acojonante a no poderlo conocer del todo. Un forajido de los viejos. Un romántico a la antigua. Un cultureta a medio gas sin gafas de pasta. Un perfecto miembro de la generación beat. Un héroe del verano, un resistente del invierno. Felices 22, pollo. Y gracias.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Redes

me destrozan la moral las
autovías sin neón
porque son signo de otra soledad
la que no se cura pagando
la que no se cura poniendo la 2
y escuchando a Punset
hablar de lo inútil que es
genéticamente un beso, un abrazo,
una caricia, un polvo.

Punset nos otorga el derecho y
la obligación de ser felices
conduciendo a cientoveinte en
doble carril por campos de
otoño, o apretando
las teclas de la máquina
para escribir tu historia
y con su misma inconsciencia
de ciencia retorcida
el bueno de Eduard quizá
nunca ha pensado en todas
las redes que nos separan
de la genética
de la felicidad
de los 120 km/h.

Quizá, señor agente,
usted y Punset estén
del mismo lado.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Teorema de lo nuestro

Supongamonos tú y yo en los dos extremos de la diagonal que cruza la habitación, formando un triángulo rectángulo de agradables proporciones. Además, podemos afirmar que aparte de la hipotenusa que nos separa somos dos catetos perpendicularmente opuestos.

He aquí la condición sine quae none del teorema: que me dejes trazar la bisectriz del ángulo agudo de tus piernas. Formaremos pues otro cruce de ángulos mucho más complejo, y sin embargo no será necesario utilizar el cálculo diferencial para integrarnos, para hallarme fácilmente en la tangente, para alcanzar con una simple operación tus senos; y en menos tiempo de lo previsto habremos resuelto esta entretenida ecuación de dos incógnitas que venimos siendo.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Nieve artificial cubre Pekín


[Fuente: La Opinión de Zamora]
es un hecho real, tan real como que me cabe el quinto agujero del cinto porque he perdido dos kilos tras tres días de gastroenteritis por rotavirus. El ejército chino, informa nuestro enviado especial, bombardea las nubes con nitrógeno para catalizar reacciones que provoquen la precipitación del agua hacia la tierra, donde, dependiendo de la temperatura ambiental, se verá en forma de nieve o de lluvia, ligera, simple, estúpida y húmeda lluvia. Internacional, rezan los titulares, bombardean las nubes, con la misma neutralidad que cuando matan.

dicen que lo hacen, dicen, para acabar con la pertinaz sequía (expresión acuñada por los locutores del no-do para acallar la pertinaz hambruna, que era lo que en realidad que asolaba las pertinaces barrigas y jodidas campiñas mesetarias en el cuarenta, castigo divino y/o de la guerra) y yo me imagino en mis delirios de noches sudadas a los locutores del no-do chino hablando de milagro, de respuesta a las oraciones emitidas en dirección a los dioses o entidades trascendentales e inmanentes que la República Popular China se encargó de prohibirle a su propio pueblo, rizando el rizo de lo irónico.

así que hoy hay nieve en Pekín, anuncia la televisión, y la radio, y los rotativos, y las imágenes congeladas, valga la redundancia, muestran esa postura cabizbaja que adoptamos en cualquier parte del globo cuando caminamos contra el viento, contra el frío, contra el gobierno de la República Popular sin tanques en la calle, contra la pertinaz sequía a la que no responden todas y cada una de las súplicas que solemos hacer cuando hay algo que no podemos cambiar, y no me refiero sólo a la lluvia ni a las dictaduras disfrazadas.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Veintiuno





21 son impares, como yo, por eso tengo curiosidad por ver qué hay ahí detrás. Y por contarlo. Bienvenidos de nuevo.